IDEAS
La celulitis: mal de muchas
Estamos empezando el verano y si hay una cosa que aterra a buena parte de las mujeres es lo que ocurrirá el primer día en que se tenga que poner el traje de baño y verse al espejo, luego de haber pasado un invierno literalmente en los cuarteles, esto es, sin ejercitarse y comiendo más calorías de lo recomendable para entrar en calor.
Y es que es más que seguro que veremos la huella de lo que se conoce como celulitis en piernas y abdomen, cuando menos.
Un reciente informe presentado por el Instituto Médico Láser de España, da cuenta que la celulitis es más común de lo que pensamos, ya que casi el 98% de las mujeres del mundo la sufren.
La dermopaniculosis vasculopática afecta a las células grasas, al tejido intersticial o conjuntivo y a los vasos sanguíneos, lo cual desencadena principalmente, trastornos microcirculatorios.
Si bien el hecho de que sea una afección generalizada hace que no se considere una patología, y más bien se considera un problema estético que puede ser tratado con diferentes opciones.
Lo que sí está demostrado es que las cremas no resuelven el problema y hasta pueden provocar reacciones alérgicas, según ha dado a conocer un comunicado elaborado por Promonet SL., titulado “La celulitis está presente en el 90-98% de las mujeres” y publicado por EuropaPress.
En este, se indica las alternativas que tienen las mujeres para luchar contra esta afección:
- Evitar un estilo de vida sedentario, con poco ejercicio y mucho consumo de comida basura o con alto contenido de grasa y azúcar.
- Preferir dietas que incluyan el pepino, la avena o el limón.
- Realizar ejercicio físico de manera constante, ya sea caminar o ir en bicicleta al trabajo en lugar de usar el auto o transporte público, y subir y bajar escaleras. No hay nada tan sencillo, ni beneficioso para la celulitis.
Quienes sienten que su caso es más complejo pueden buscar tratamientos más invasivos como la liposucción, las sesisones de mesoterapia o la cirugía. Sin embarho, estas prácticas son también más riesgosas y, quizá sería preferible buscar una terapia de autoestima antes que someterse a uno de estos tratamientos.
Publicar un comentario