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Cinco datos sobre la epidemia de obesidad
Un reciente estudio financiado por la fundación de Bill y Melinda Gates y recientemente publicado en el New England Journal of Medicine advierte que la obesidad se está convirtiendo en un problema de países ricos y pobres por igual, luego de analizar información de 195 países y una serie de estudios médicos.
De acuerdo a este estudio, el 10% de la población mundial, esto es, 107.7 millones de niños y 603.7 millones de adultos son obesos, según da cuenta un interesante artículo de Vox titulado Obesity now kills more people worldwide than car crashes, terror attacks, and Alzheimer's combined, que da cuenta que desde 1980, se ha duplicado la prevalencia de obesidad en más de 70 países.
Los hallazgos más importantes señalan cinco cosas importantes:
El principal “driver” de la obesidad no es la falta de ejercicio sino el exceso de calorías. Esto tiene que ver con la oferta de productos procesados y el fast food que tienen exceso de azúcar, grasa y sodio y cuya publicidad los presenta como más baratos, accesibles y atractivos que las alternativas saludables. A esto se suma que estamos comiendo más calorías por persona que en el pasado. Hemos sido capturados por la tendencia a agrandar las porciones y como nos lo ofrecen por muy poco dinero, compramos la bebida gaseosa más grande, el pop corn con “refill” y terminamos comiendo más.
La obesidad provocó la muerte de 4 millones de personas y contribuyó al 7% de otras muertes a nivel mundial en 2015. El exceso de peso es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas de riñón y numerosos tipos de cáncer. En conjunto, la obesidad está provocando más muertes que los accidentes de tráfico, el Alzheimer y el terrorismo juntos.
Una infancia con obesidad garantiza su prevalencia en la vida adulta. La tasa de obesidad infantil está creciendo más rápido que la de adultos. En los EE.UU. el 13% de sus niños son obesos y la mayor cantidad de adultos obesos están en Egipto.
Los avances médicos están ayudando a reducir la obesidad en países desarrollados y con buenos sistemas de salud. En los EE.UU. la tasa de muertes por obesidad ha caído respecto a lo que ocurría hace 20 años, no porque ahora genere menos riesgo, sino por el avance de la medicina que ayuda a la gente a controlar mejor su presión y los problemas cardiovasculares.
Algunos países tienen tasas bajas de obesidad y debería continuar con sus prácticas. Vietnam y Bangladesh tienen tasas bajas de población obesa y eso da esperanza de que es posible luchar contra esta epidemia.
El drama es que hoy en día muere más gente por exceso de comida poco saludable que por falta de comida. Por eso es tan importante el compromiso de los gobiernos para luchar contra este problema que cuando aparece en la infancia suele quedarse para toda la vida.
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