La complejidad emocional de los pollos

Es probable que después de leer esta nota, prefieras no volver a comer pollo a la brasa, pero es importante dar a conocer que un reciente estudio ha establecido que los pollos tienen son tan cognitivamente, emocional y socialmente complejos como la mayoría de otros pájaros y mamíferos en muchas áreas, y que hay necesidad de más investigaciones comparativas y no invasivas.

Se trata de una investigación denominada Thinking chickens: a review of cognition, emotion, and behavior in the domestic chicken, elaborada por Lori Marino, una científica de The Someone Project, a joint venture of Farm Sanctuary and the Kimmela Center en los EE.UU.

La científica ha revisado las investigaciones más recientes a nivel de conducta y emociones de los animales domésticos y ha publicado sus resultados en el journal Springer's Animal Cognition.

Y como casi nadie sabe nada de psicología de los pollos, siendo esta más bien subestimada, ha causado sensación saber todo lo que ha descubierto sobre los pollos.

Tienen sentido de los números: los pollos podrían discriminar cantidad.

Tienen memoria: los pollos pueden recorder una trayectoria que han seguido, lo cual se pudo comprobar al hacerlos pasar por pruebas similares a las que se han hecho a primates para saber si son capaces de seguir un balón en movimiento.

Tienen autocontrol: los pollos pueden ser capaces de respetar su posición mientras esperan su recompensa (alimento) y eso evidencia cierto nivel de autoconciencia.

Tienen comunicación compleja: usan la vista y la emisión de sonidos para comunicarse con sus pares, lo cual involucra que emite ciertas señales con información. Por ejemplo, puede alertar sobre peligro: viene un zorro. Esta habilidad también exige un nivel de autoconciencia que solo la poseen especies con cierto nivel de inteligencia.

Tienen conciencia del tiempo: los pollos pueden anticipar futuros eventos y perciben los intervalos de tiempo, así como pueden resolver problemas.

Son capaces de expresar emociones positivas o negativas: entre estas emociones está el temor, la anticipación y la ansiedad. Sus decisiones se toman en función de eso y son capaces de engañarse unos a otros, así como aprender también de otros.

Toda una revelación que hace pensar si seremos capaces de comerlos la próxima vez que los veamos, mientras los seguimos estudiando.