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Cursos intensivos que engañan

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Los cursos intensivos de programación pueden tener costos elevados.
05 de enero de 2017
Red star
Por qué es importante
Cientos de personas se inscriben en escuelas intensivas de programación, pero son engañados. Al salir al campo laboral no cuentan con los conocimientos necesarios. Pierden su dinero y tiempo.

A medida que nuestro mundo se continúa moviendo hacia un futuro donde la tecnología será el medio dominante, el que sepa dominarlo será quien triunfe sobre el resto. En este caso en particular, quien domina la tecnología es quien sabe el lenguaje con el cual funciona: la programación.

El creciente dominio de la tecnología y los negocios que giran en torno a esta, han despertado la demanda por ingenieros de sistemas y programadores, para quienes el lugar de trabajo soñado se encuentra en Silicon Valley. El actual centro de inicio de la mayoría de startups e ideas millonarias requiere un gran número de programadores para funcionar. Sin embargo, no todos toman la decisión correcta en lo que educarse se refiere, afirma el artículo de Bloomberg, titulado “Want a Job in Silicon Valley? Keep Away From Coding Schools”, sobre el que se inspira esta nota.

En un intento por replicar el modelo chino de enseñanza, Estados Unidos ha sido testigo de la aparición de un gran número de escuelas de programación. En ellas se dictan cursos intensivos con los que se espera los alumnos cuenten con los conocimientos necesarios para enfrentarse al mundo laboral cambiante. Sin embargo, aprovechando la demanda de programadores y el número de interesados, estos centros prometen beneficios en sus páginas que no son necesariamente ciertos.

Por ejemplo, Coding House, una escuela que recientemente ha sido obligada a cesar sus actividades, prometía que sus egresados podían conseguir un trabajo en los dos primeros meses luego de terminar el curso, con un sueldo inicial de USD 91,000. Sin embargo, alumnos como José Contreras no cuentan con trabajo, pero sí grandes deudas y la necesidad de regresar a casa de sus padres ante la imposibilidad de seguir solventándose independientemente. Debido a esto y a otras violaciones, Coding House se ha visto obligada a cerrar sus puertas  y a devolver dinero a todo aquel que haya realizado cursos en sus aulas desde que inició funciones en el 2014. La empresa ha apelado, pero el futuro es incierto.

Esto no solo aplica para el devenir de la compañía, sino también para el de todos los estudiantes de programación. Los graduados de estas intituciones no se encuentran debidamente preparados para desarrollarse en el campo laboral. Por estas razones, lo expertos recomiendan a las personas que desean convertirse en programadores que recurran a otros métodos de aprendizaje y así evitar futuros incidentes y engaños.

Parece ser que Estados Unidos deberá buscar una nueva manera de incrementar su número de ingenieros y programadores, ya que los cursos cortos e intensivos parecen no ser la respuesta.