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Una nueva era para Sea World

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Arrow red
Tilikum vivió desde los dos años en cautiverio.
09 de enero de 2017
Red star
Por qué es importante
Tilikum es parte del último grupo de orcas en cautiverio de Sea World.

Desde su creación, Sea World siempre ha sido un parque de diversiones basado en la vida marina. Si bien cuenta con atracciones como cualquier otro negocio de su clase, uno de sus mayores atractivos eran los shows en vivo con animales como orcas o delfines. Esta clase de actividades hicieron de Sea World un parque mundialmente reconocido y amado.

Sin embargo, en los últimos años esta forma de ver al parque de diversiones empezó a cambiar. Esto se debió a rumores acerca de cómo vivían las orcas en cautiverio y el daño que les hacía vivir fuera de su hábitat natural. Luego, una de las orcas de Sea World, Tilikum, mató a uno de sus entrenadores en un show en vivo en el 2010, lo cual generó la creación de un documental. La semana pasada, seis años después de lo ocurrido, Tilikum murió, afirma el artículo de Bloomberg, titulado “SeaWorld: Tilikum, Orca That Killed Trainer, Has Died”, sobre el que se basa esta nota.

El documental, titulado “Blackfish”, cuenta el caso de Tilikum y su entrenador. Se narra como la orca vivía una vida horrible en cautiverio, donde se sentía torturada debido a la falta de espacio y condiciones artificiales en las que vivía. Además, cuenta también cómo su entrenador murió y cómo esto afectó al parque y a las personas. Este último grupo, como se mencionó anteriormente, empezó a ver los shows en vivo con orcas como algo negativo. Además, el documental y el caso también generó que cada vez más grupos a favor de los derechos de los animales hagan protestas en las afueras del parque.

Estos hechos ocasionaron problemas para Sea World, el cual terminó relaciones importantes con Southwest Airlines, luego de ser socios por 25 años.

Al parecer, Tilikum murió de causas naturales, pero una autopsia ayudaría a aclarar las circunstancias de su muerte. Además, su muerte marca el inicio de una nueva era, instaurado por Sea World el año pasado, cuando anunciaron que dejarían de lado su programa de orcas, lo cual incluye criarlas en cautiverio. Por tanto, Tilikum formó parte de la última generación de orcas que residía en el parque.

La muerte de Tilikum marca un nuevo inicio para Sea World, cuyos representantes han afirmado que se concentrarán ahora más que nunca en el valor humano del entretenimiento, alejándose por fin de los espectáculos con orcas en vivo. Esperemos que el parque pueda seguir adelante y que el resto de empresas con negocios similares aprendan de los errores de Sea World.