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La cafeína y su poder desinflamante
Beber café se ha convertido en una de las costumbres más practicadas por muchas personas alrededor del mundo. Esta circunstancia ha motivado a los científicos ha estudiar sus beneficios y riesgos. Diversos estudios han encontrado la relación entre la cafeína, el café y una buena salud; mientras que otros advierten su posible vinculación a ciertos tipos de cáncer. Pero ninguna de las investigaciones antes realizadas ha sido capaz de explicar cómo afecta la cafeína al sistema inmunológico.
Un grupo de investigadores de Stanford University parece haber encontrado la respuesta a este enigma. De acuerdo a The Verge en su artículo titulado “Ceffeine may be able to block inflammation, new research says”, el estudio realizado indica que la cafeína actúa en el cuerpo bloqueando el paso a las moléculas que producen inflamación.
La mayoría de las personas consumen café para recibir la energía para así mantenerse despiertos y activos. Esta sensación de vitalidad que produce la cafeína, también se encuentra presente en algunas gaseosas y tés. Lo que ocurre es que este componente bloquea los efectos de una molécula conocida como “adenosina”, causando que la persona se sienta despierta y alerta. Esto a su vez interrumpe el paso de las moléculas inflamatorias.
El estudio, publicado en el Nature, parte de dicha premisa, aunque los científicos a cargo no tenían en mente obtener los hallazgos registrados. La investigación se encontraba dirigida a encontrar en qué medida las personas empleaban ciertos genes para producir proteínas. El equipo estudió a 114 personas y encontró que, aquellas entre los 60 y 89 años tendían a incrementar la producción de moléculas inmunes en un complejo multiproteico llamado inflamasoma. Doce de estos participantes generaban mucha más cantidad de moléculas inflamatorias, mientras que lo contrario ocurría en otros 11.
El primer grupo gozaba de mejor salud, niveles de presión sanguínea menores, arterias más flexibles y más antecedentes de familiares mayores de 90 años. Asimismo, estas personas registraron menores niveles de productos de descomposición de ADN y ARN en su sangre, incluyendo dos moléculas que estimulan el inflamasoma.
Los científicos encontraron que estos 12 participantes consumían más bebidas con cafeína que el resto. Para comprobar los indicios, sometieron células a moléculas estimuladoras del inflamasoma y aquellas que tenían cafeína presentaron menos moléculas inflamatorias.
Estos hallazgos no son concluyentes puesto que aún se deben realizar experimentos más acuciosos de manera que sea posible explicar por qué la cafeína inhibe la inflamación. Sin embargo, se trata de un importante avance científico, especialmente para los amantes del café.
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