Trudeau y Trump: dos formas de hacer política

Donald Trump se ha caracterizado en los últimos días por ser una persona que se mantiene fiel a su palabra. Sin embargo, esto no significa necesariamente algo positivo. Durante su campaña, el entonces candidato presidencial prometió varias cosas, entre ellas construir un muro y deportar a los inmigrantes musulmanes de Estados Unidos.

La primera sorpresa sucedió cuando, el ahora presidente estadounidense, firmó la orden ejecutiva para comenzar cuanto antes la construcción del muro entre la frontera de Estados Unidos y México. A esto le siguió la prohibición del ingreso de inmigrantes musulmanes al país. Esta última decisión ha desatado la ira de muchísimas personas, pero también la compasión de otras, afirma el artículo de Reuters, titulado “Canada's Trudeau welcomes refugees; U.S.-bound passengers turned away”, sobre el que se inspira esta nota.

La prohibición comenzó el día viernes, cuando Trump firmó la orden por la cual se impide el ingreso de cualquier ciudadano proveniente de los siete países con mayoría musulmana: Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Además, el presidente también restringió el ingreso de cualquier refugiado proveniente del conflicto actual en Siria de forma indefinida. La orden también afecta a cualquier refugiado o inmigrante que haya obtenido una “Green card” o se encuentre en medio del proceso para ser declarado residente.

Esto significa que, personas de cualquiera de los países antes mencionados que sean alumnos, profesores, profesionales, médicos, científicos, artistas, o de cualquier profesión que hayan salido del país, se verán impedidos de volver a ingresar mientras la prohibición continúe. Muchas de estas personas han sido detenidas cuando intentaban retornar a los Estados Unidos para luego ser deportadas a sus países de origen.

Estas acciones han hecho que miles de personas en todo Estados Unidos salgan a marchar en contra de la decisión de Trump. El aeropuerto JFK de Nueva York recibió a una multitud de gente protestando.

Sin embargo, en este momento de aparente crisis, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha decidido hacer una oferta. A través de su cuenta de Twitter, Trudeau afirmó que todas las personas impedidas de ingresar a Estados Unidos serían bienvenidas en Canadá. Su respuesta ante la situación demuestra que, cuando una puerta se cierra de forma indefinida, la mejor respuesta es abrir otra, procurando evitar que nuevas barreras separen a la humanidad. Un ejemplo a seguir que hay que mirar con atención porque puede tener un impacto en la presencia de Canadá en el mundo.