NÚMEROS
Los ancianos y el exceso de medicamentos
En los últimos años, los científicos han empezado a pedir que no se consuma medicamentos y antibióticos a menos que sea estrictamente necesario. Esto se debe a que las bacterias que estos combaten se hacen cada vez más fuertes, con lo cual se corre el riesgo de que llegue un momento en que no se pueda combatirlas. Sin embargo, existen otras razones por las que la sociedad debería estar preocupada por los medicamentos.
Según estudios recientes, los doctores están recetando a las personas más medicamentos de los que en verdad necesitan. Lo más preocupante es que esto ocurre con mayor frecuencia en el caso de personas de la tercera edad, los cuáles son quienes menos deberían consumirlos según afirma el artículo de The New York Times, titulado “Sharp Rise Reported in Older Americans’ Use of Multiple Psychotropic Drugs”, sobre el que se inspira esta nota.
El principal problema de este fenómeno, además del aumento en el consumo de medicamentos, es que la gran mayoría de las personas de la tercera edad que los toman no tienen ningún tipo de diagnóstico que indique que necesitan cualquiera de estas medicinas.
Durante los últimos años, el número de charlas e información en la que se indica que dar medicamentos a ancianos se debe restringir a lo absolutamente necesario, han aumentado. Esto se debe a que descubrimientos recientes encontraron que estas personas son más propensas a padecer efectos secundarios, como mareos y baja presión, por ejemplo. Sin embargo, parece ser que dicha información no ha tenido efecto alguno ya que los casos de recetas infundadas para ancianos se han incrementado.
Se encontró que el número de estadounidenses ancianos que consume más de tres medicamentos psicotrópicos ha aumentado más del doble en el periodo entre 2004 y 2013. Entre los fármacos en cuestión se encuentran los antidepresivos, las pastillas para dormir y los analgésicos. Además, parece ser que se trata de un círculo vicioso en el que el médico receta al paciente medicamentos que no necesita en realidad y, debido a los efectos secundarios que se presentan, el paciente regresa para ser atendido por algo nuevo y es medicado otra vez. En otras palabras, la única manera de eliminar este problema sería encontrar una manera de que los doctores dejen de recetar a sus pacientes más medicinas innecesarias.
El problema en cuestión debe ser solucionado lo más pronto posible, especialmente tomando en cuenta que la población mundial envejece cada más rápido.
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