Si eres flojo, quizás sea culpa de tu jefe

Un viejo dicho señala que “lo que natura no da, Salamanca no presta”, refiriéndose al hecho de que una persona nace con predisposición al trabajo o a ciertas actividades. Los resultados de un estudio reciente indican que ya no podrás echarle la culpa de tu flojera a los genes o a tus padres. Esa es la mala noticia. La buena es que, si bien ya no puede culpar a tus padres, ahora podrás culpar a tu jefe.

Un reciente estudio de la Universidad de Kansas encontró que la proactividad de los trabajadores no está determinada solo por los aspectos genéticos del individuo o solo por el entorno de trabajo, sino por una combinación de ambos.

Este resultado fue obtenido trabajando con una base de datos de gemelos idénticos y mellizos. Como se sabe, mientras las parejas del primer grupo comparten el 100% de los genes, las parejas del segundo grupo solo comparten la mitad de los genes. Al poder comparar los dos grupos (gemelos y mellizos), los investigadores encontraron que, mientras el 40% de las diferencias individuales se explica por diferencias genéticas, el 60% se explica por factores relacionados con el entorno.

Lo anterior significa que, si bien existe una tendencia innata a la colaboración o al liderazgo, el entorno de trabajo puede ser decisivo para determinar cuánto coopera un trabajador o cuánta iniciativa es capaz de tomar. Este hallazgo le daría la razón a los expertos en manejo del talento que señalan que, cuando los trabajadores de una empresa están motivados y tienen claridad respecto de qué es lo que se está haciendo y por qué, entonces la proactividad es mayor.

Este resultado es, sin lugar a dudas, muy importante porque deja en la cancha de los empleadores la posibilidad de reforzar la calidad del entorno laboral que generan para impulsar la proactividad de los trabajadores. Esta es una característica importante dentro de una empresa, pues los trabajadores proactivos no están esperando que les digan qué hacer sino que toman la iniciativa para generar resultados concretos para la empresa. Cuando esto se produce, la satisfacción con el trabajo de las personas se incrementa y se refuerza el interés en ser más proactivo.

¿Qué pueden hacer entonces las empresas para que sus empleados sean más proactivos? Lo que pueden hacer las empresas va mucho más allá de ofrecer almuerzos gratuitos, o instalar zonas de snacks o mesas de ping pong dentro de la oficina. Los beneficios como la flexibilidad para trabajar desde casa, los descansos por paternidad o maternidad, así como la comunicación respecto de la estrategia de la empresa pueden jugar un rol clave que no debería subestimarse.