IDEAS
Si quieres que tu hijo se convierta en una estrella, no lo apures
La historia del campeón del Abierto de Tenis de Francia, Stan Wawrinka, tiene algunos elementos que podría ayudar a los padres que desean apoyar a sus hijos a tentar un futuro como deportistas profesionales.
Wawrinka, quien tiene 30 años y nació en una granja en las afueras de Lausanne en Suiza, actualmente tiene dos títulos importantes: el Abierto de Australia de 2014 y el Abierto de Francia de 2015.
La historia de Wawrinka es especialmente interesante porque ha probado que:
- Los jugadores más experimentados y talentosos también pueden ser derrotados en partidos importantes.
- Un revés con una mano es igual de bueno que uno que se hace con las dos manos.
- Un profesional del tenis puede alcanzar su madurez tanto a los 25 años como a los 30 años.
- Para ser una estrella del tenis no es necesario haber empezado a jugarlo a muy temprana edad o haber entrenado muchísimo de niño. De hecho, Wawringa empezó a jugar tenis, de forma intermitente (una vez por semana) a los 8 años cuando sus padres le dejaron elegir a él y a su hermano un deporte para practicar luego del colegio. Hasta la edad de 11 años, no comenzó a entrenar con mayor rigor.
Por supuesto que la historia de Wawrinka no es la de todos los tenistas profesionales exitosos. Muchos de ellos optan por la fórmula tradicional de comenzar a jugar tenis a los 5 años y a entrenar prácticamente a diario desde entonces.
Sin embargo, es precisamente esta fórmula tradicional la que hoy está en entredicho. Para Wawrinka, lo importante es precisamente no presionar a los niños sino dejarlos explorar y jugar. Y esto no solo lo dice Wawrinka sino también otros profesionales del tenis. Por ejemplo, Nick Bollettieri, quien ha trabajado con los mejores tenistas del mundo, recomienda dejar que los niños aprendan a correr, saltar y lanzar una pelota. Es decir, dejarlos que exploren para encontrar lo que les guste, mientras se divierten. Rick Macci, quien fuera entrenador de Venus y Serena Williams cuando eran niñas, recomienda que los niños jueguen distintos deportes como el fútbol o el basquet para que aprendan distintos movimientos, la anticipación y para que se despierte en ellos su instinto competitivo.
Tanto se ha extendido esta idea que la Federación de Tenis de Australia ya ha decidido ponerle un poco el freno a la intensidad con la que los niños entrenan el tenis, para darles un poco más de tiempo para que maduren como atletas y se puedan convertir en jugadores completos. La noción que están utilizando es muy simple: el hecho de que tu hijo sea el mejor jugador del mundo de 12 o 13 años no quiere decir que te vayas a convertir en una estrella mundial del tenis profesional. Es decir, en el tenis así como en otros deportes también se aplicaría el dicho de que no por mucho madrugar se amanece más temprano. Así que ya sabes. Si quieres que tu hijo se convierta en una estrella, no lo apures.
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