El río hecho persona

En todos los países civilizados donde donde aún existen comunidades indígenas, parece haber el mismo problema: una diferencia en la cosmovisión del mundo. Mientras que para estas comunidades la naturaleza es una parte sagrada e importante de sus vidas; para las sociedades civilizadas, esta suele ser un recurso para ser explotado. Es en esta diferencia de donde salen los problemas.

Además, los gobiernos suelen ser fallar al tratar con esta clase de problemas, usualmente poniendo el progreso de la sociedad por encima de los deseos de las comunidades indígenas. Además, no logra darse cuenta de que cuerpos acuáticos como un río no solo son sagrados para las tribus por su espiritualidad, sino porque su supervivencia está directamente conectada a este. Ahora, el gobierno de Nueva Zelanda parece haber encontrado una solución para este problema común, afirma el artículo de BBC, titulado “Whanganui, el río en Nueva Zelanda que tiene los mismos derechos que una persona”.

Cuando se formaron las primeras civilizaciones, todas solían asentarse junto a un cuerpo de agua, sin importar en qué país estuvieran. Esto se debe a que la cercanía a un río, por ejemplo, les brinda agua y comida. Con esto en mente, si se instala una minera, por ejemplo, la cual contamina al río y mata a sus animales, la comunidad asentada cerca pierde una parte esencial de su existencia. Es a partir de esta necesidad del bienestar del río que nacen las costumbres de dar reverencia a este cuerpo de agua.

Como se mencionó anteriormente, los gobiernos no suelen tomar esto en cuenta, ya que consideran que ver a un río como un ente sagrado no sigue la línea de pensamiento lógico de las civilizaciones “más avanzadas”. Sin embargo, el gobierno de Nueva Zelanda ha puesto fin a un conflicto de años de antigüedad de una forma extraña: ha nombrado a el río Whanganui como una “persona jurídica”. Este río es venerado por el pueblo maorí, el cual está asentado cerca de este.

Sin embargo, los habitantes hablan de este de una manera particular. Afirman que el río está conectado a ellos, y que les afecta lo que le suceda. Esto es comprensible desde el punto explicado anteriormente: si el río se contamina, el pueblo pierde una parte esencial de su supervivencia.

La solución puede ser llamada poco convencional, pero está lejos de ser disparatada. En Perú ha habido infinidad de conflictos debido a problemas ocasionados por un mal manejo de una situación similar. Cuánto tiempo se pudo haber ahorrado si se hubiera solucionado el tema como lo hizo el gobierno neozelandés. A tomar nota.