HISTORIAS
El mejor incentivo para cambiar conductas no siempre es el dinero
Los empleadores siempre buscan que sus trabajadores tengan el mejor rendimiento posible. Por ello,algunos jefes ofrecen incentivos con el objetivo de impulsar las capacidades del personal a su cargo. Sin embargo, no siempre se opta por el mejor estímulo.
Uno de los incentivos más famosos y utilizados es el dinero. Después de todo, existe la creencia que los seres humanos son capaces de hacer lo que sea por un poco de compensación económica. Sin embargo, de acuerdo al artículo de Harvard Business Review, titulado “Incentives Don’t Help People Change, but Peer Pressure Does”, en ocasiones, la presión de los demás trabajadores es lo más efectivo para lograr que todos se alíneen por un mismo objetivo.
Como se sabe, una de las cosas más importantes en un hospital es que todo el personal mantenga una completa higiene. Si un doctor o enfermera atiende un paciente después del otro, los riesgos de contaminación e infección son mayores. Es debido a esto que el uso del desinfectante de manos luego de evaluar a cada paciente es importante. Sin embargo, muchos de los doctores de un hospital en California olvidaban a menudo desinfectar sus manos. Para tratar de solucionar esto, la administración propuso que, si se aumentaba el uso de los desinfectantes, los médicos recibirían un bono de USD 1,200. No obstante, al finalizar el plazo establecido, los médicos no habían cambiado sus hábitos.
Al percatarse de esto, la administración decidió aplicar otro tipo de incentivo que involucraba a los demás empleados del hospital. Cuando estos observaban que algún médico usaba los desinfectantes de mano constantemente, colgaban coloridas notas con sus nombres en las paredes. Pero, cada vez que alguno omitía esta medida de higiene, recibía correos donde se les pedía de forma calmada, pero severa, que mejoren su rendimiento. Al cabo de un tiempo se encontró que la gran mayoría de doctores ahora utilizaba el desinfectante más seguido. Además, no dejaron este hábito luego de que se abandonó el sistema de reconocimientos.
Esto es fácilmente explicable. Los incentivos monetarios deben ser administrados cuidadosamente. En este caso, una gran mayoría de médicos pudo haber evaluado que el bono ofrecido no era un incentivo suficiente y decidieron que no valía el esfuerzo. En contraste, los compañeros de trabajo de los médicos aprovecharon la medida para empoderar a los médicos que lo estaban haciendo mejor y señalar a quienes no actuaban en esa línea.
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