IDEAS
A niños con más obligaciones, niños más exitosos
La paternidad es una de las labores más delicadas y agotadoras en la vida. Se trata de educar a una pequeña persona que luego deberá salir al mundo y construir su propia vida. El éxito de esa misión depende, en gran medida, de lo que los padres inculcan a sus hijos, tanto lo bueno como lo malo.
Algunos expertos afirman que uno de los errores más frecuentes en los padres es ver a sus hijos como pequeños seres indefensos que no pueden encargarse de cosas importantes. Todo lo contrario. Es menester que, desde una edad temprana, el niño se responsabilice de algunas cosas.
Esta postura parece tomar más fuerza ahora, gracias a la publicación de una investigación de muchos años que indica que los niños con responsabilidades en el hogar se convierten en adultos exitosos. Sin embargo un artículo de Inc., titulado “Kids who do chores are more successful adults”, advierte que esta puede ser una complicación para algunos padres.
El Grant Study, una investigación de Harvard desarrollada a lo largo de 75 años (desde 1938), afirma que, para tener éxito en la vida, es necesario tener amor y ética laboral. Estos dos factores deben ser inculcados desde los primeros años de vida y a lo largo de la crianza de los hijos. En este punto, es importante recalcar que amor no es sinónimo de engreimiento. Un niño que recibe amor de sus padres no está exento de castigos cuando hace algo indebido.
En cuanto a la ética laboral, la mejor manera de inculcarla es dándole responsabilidades al niño. Los resultados del estudio se basan en las experiencias de 724 encuestados, entre ellos personajes verdaderamente exitosos, como Ben Bradlee, editor de The Washington Post en tiempos del Watergate. El consenso indica que los niños con deberes en casa desarrollan un sentido de responsabilidad y conciencia sobre el hecho de que existen cosas que no son necesariamente agradables pero que deben hacerse.
Por ello, los padres deben delegar algunas de las responsabilidades a sus hijos en la medida de lo posible. Es claro que un niño de 4 años no será capaz de preparar el desayuno, pero sí de ayudar a recoger el servicio luego de comer. Se trata de acostumbrar a los pequeños a colaborar en casa con responsabilidades que irán creciendo conforme este crezca. Hoy podrán poner su ropa en la lavadora por sí mismos, mañana pasearán al perro. Este tipo de responsabilidades harán que, al crecer, sea más sencillo cumplir con las tareas que se les asigne en la escuela, la universidad o el trabajo.
Sin embargo, algunos padres pueden sentir que, lejos de ayudar, sus hijos crean mayor desorden al tratar de cumplir sus deberes en el hogar. Y es que debido a la falta de experiencia, los niños pueden romper algunas cosas o no ser tan meticulosos al limpiar. Eso hace que, a fin de cuentas, los padres deban asear después.
Pero el punto no es qué tan perfecta es la labor que realiza el niño, sino que desarrolle el hábito de responsabilizarse de sus tareas. En este sentido, los padres deben ser pacientes y pensar que solo así podrán criar adultos trabajadores y exitosos.
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