HISTORIAS
Contacto extraterrestre
Desde que la ficción llevó a las pantallas el mundo extraterrestre, millones de personas en el mundo han llegado a admitir que es posible que no estemos solos en el mundo y que existan otras civilizaciones extraterrestres que no conocemos y con las cuales no hemos contactado.
Esto explica que varios países, sobre todo, los más desarrollados inviertan grandes recursos en estudiar cualquier pista que pudiera explicar de dónde proceden ciertas ondas de radio (explosiones) que se logran escuchar y que provienen de lugares a millones de años de la tierra, fuera de la Vía Láctea.
Una reciente investigación titulada The first interferometric detections of Fast Radio Bursts, elaborada por científicos australianos, da cuenta de ciertas señales en el espacio que podrían constituir evidencia de presencia extraterrestre.
Las Fast Radio Burst son en castellano, ráfagas rápidas de ondas de radio que aparecen temporalmente y al azar con una duración de unos pocos milisegundos. Emiten una gran cantidad de energía, casi el equivalente a 500 millones de Soles.
Hasta ahora nadie sabe explicar su origen, pero el equipo de científicos de la Universidad Nacional Australiana ha logrado detectar y establecer el origen de tres FRB, utilizando un radiotelescopio del Observatorio Molonglo, ubicado en Australia.
Para poder lograrlo primero desarrollaron un software que les permitiera filtrar la información que arrojaba el telescopio y entre gran cantidad de esta, encontrar las FRB.
Si bien es cierto, los datos obtenidos ya son hallazgos per se, porque se supo que las FRB detectadas se originaron en las constelaciones de Puppis e Hidra, lo cierto es que fue extremadamente complicado ubicarlas en una galaxia determinada y eso es una condición para llegar a conocer de qué están hechas.
De cualquier modo, el avance es que existe un desarrollo tecnológico para interpretar datos que se obtienen en observatorio, aun cuando aún quede mucho por hacer para verificar la posibilidad de que esas FRB efectivamente sean señales transmitidas por civilizaciones extraterrestres.
Lo único que nos queda es seguir estudiando y prestando atención a lo que podría constituir un verdadero intento de comunicación de los no terrícolas.
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