Información para luchar contra el hambre

Desde el 2015 al 2017, el número de personas que viven en hambre se incrementó en 40 millones de personas, esto según el artículo de Quartz titulado World hunger is on the rise, and better data on agriculture could fix that. Esta cifra es más que preocupante, si se tiene en cuenta que la erradicación de la pobreza es uno de los compromisos que se tiene para el 2030.

La explicación principal, según el mismo artículo, estaría en el impacto del cambio climático en sectores como la agricultura, sector orientado a la subsistencia de las familias que la practican, puesto que sserían 2 mil millones de personas las que dependen de esta agricultura rural.

A pesar de estas estimaciones, los datos sobre la agricultura son escasos o poco confiables, por lo que la toma de decisiones o formulación de estrategias se hacen imposibles, por lo que no se puede esperar resultados óptimos de investigaciones o indicadores basados solamente en supuestos.

La FAO ha alertado que es difícil saber qué tanto se ha avanzado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU si la mayoría de los 75 países más pobres del mundo no han realizado encuestas o censos agrícolas en los últimos 15 años, lo que impide medir su progreso.

Una de las medidas tomadas para cambiar esto es la iniciativa llamada “50x2030”, en la que participan organizaciones como la FAO, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, Australian Aid y la Fundación Gates. Este proyecto pretende realizar dos tipos de encuesta a hogares agrícolas en países de bajos y medianos ingresos: las Encuestas Agrícolas Integradas de la FAO (AGRISurvey) y las Encuestas Integradas de Agricultura del Estudio de Medición de los Niveles de Vida del Banco Mundial (EMNV).

Al igual que la erradicación del hambre extrema, otro de los objetivos de la ODS es el incremento de la producción agrícola, pero esto no puede conseguirse si no se tiene información sobre los cultivos, su rendimiento, las condiciones climáticas favorables, entre otros.

La recolección de estos datos implica elevados costos, los cuales no pueden ser asumidos por países con ingresos bajos. Por tanto, se espera que este proyecto pueda remediar gran parte del problema a través de la recopilación de datos sobre las dimensiones económicas, ambientales y sociales de la agricultura.