La solución a empleados agotados

Cuando se tocan temas de agotamiento en el trabajo, el país principal en el que se piensa es en Japón. Esto no es un estereotipo racista, la cultura de trabajo de ese país es tan desbalanceada que han habido casos de personas que mueren por un exceso de trabajo. Sin embargo, lo cierto es que no es el único país donde hay gente que trabaja demasiado.

En cualquier lugar donde hay oficinas, hay casos de agotamiento laboral. El problema es que, al igual que en Japón, muchos jefes consideran que si sus trabajadores están cansados se debe a un tema personal o manejo de personal, en vez de un tema de la organización en sí. El artículo de Harvard Business Review, titulado “Employee Burnout Is a Problem with the Company, Not the Person”, señala los principales errores de esto y cómo remediarlo.

En primer lugar, uno de los problemas organizativos que conlleva a este resultado es el exceso de colaboraciones. En muchas empresas se destinan demasiadas personas como encargados de tomar decisiones. Esto lleva a que pasen un enorme tiempo de sus semanas en reuniones o teleconferencias, asegurándose que todos los inversionistas y colaboradores estén enterados y conformes con todas las decisiones de la empresa. Esto también significa pasar un considerable número de horas diarias leyendo y contestando correos.

Tener demasiadas personas encargadas inutiliza a un gran porcentaje del personal. Además, puede ser una buena idea evaluar cuántas de las reuniones y teleconferencias son realmente necesarias, quitando todas las que estén de más y liberando tiempo que se pierde en estas tareas. Además, otra forma inteligente de solucionar esto sería hacer labores cíclicas, de manera que no siempre las mismas personas se dediquen a los mismo.

En segundo lugar, es vital cambiar la cultura laboral. Si dentro de una oficina el exceso de trabajo es permitido y celebrado, existe un problema estructural. En este caso, son los jefes los que deberían dar el primer paso y tratar de cambiar esto, enfocándose en eficiencia más que en la cantidad de trabajo elaborado.

Esto lleva al tercer y último punto. Desde la introducción de nuevas herramientas digitales, muchos jefes creen que estas son capaces de potenciar la eficiencia y productividad de sus empleados, sin darse el trabajo de revisar y asegurarse de que su creencia es acertada. Esto hace que destinen a sus empleados enormes cantidades de trabajo, confiando que la tecnología permitirá que terminen su trabajo en tiempo récord. Es importante cambiar esta mentalidad y encontrar formas de potenciar realmente la capacidad de los empleados.

El agotamiento laboral suele costarle a las empresas un estimado de USD 125 a 190 mil millones al año, razón por la que el cambio es aún más necesario.