Los asesinos mediáticos

Los asesinatos se han dado desde hace millones de años. Pero, su connotación negativa comienza con los primeros esbozos de sociedad, en las que se empiezan a desarrollar reglas de convivencia. Sin embargo, es con los diferentes formatos de comunicación que estos crímenes evolucionan de manera radical.

Con la invención de la imprenta se empiezan a dar los primeros casos de asesinos buscando ser famosos, algo que parece poco lógico. La persona promedio pensaría que, si llegase a asesinar a alguien, lo último que haría sería publicar su crimen, concentrándose en esconderlo. Pero, psicólogos forenses han desarrollado una teoría de por qué los asesinos no piensan como el resto, afirma el artículo de Quartz, titulado “A forensic psychologist explains why violent criminals post their acts online”, sobre el cual se basa esta nota.

Durante los años 1800, Jack el Destripador, conocido asesino del Reino Unido, empezó a mandar cartas a los diarios de su país para que sean publicadas. Luego de la aparición de la televisión y los noticieros, el Asesino Zodiaco enviaba tanto a la prensa como a los policías cartas encriptadas para firmar los crímenes a finales de la década de 1960. Ahora, en el 2017 Steve Stephens, un ciudadano de Memphis, transmitió en vivo el asesinato de Robert Godwing Sr., de 74 años de edad, afirmó que se trataba de un mensaje a su enamorada.

Muchos pensarán inmediatamente que la explicación de todos estos casos es que los perpetradores estaban mal de la cabeza. Sin embargo, psicólogos forenses afirman que se trata de una cuestión de status. Después de todo, atribuirse la autoría de asesinatos por un medio de comunicación masivo los convierte (a sus ojos) en dioses. La capacidad de transmisión es tal, que hacer pública la autoría los hace sentirse importantes e invencibles.

Las redes sociales tienen un efecto psicológico en las personas que potencia esta clase de comportamientos. Esto se debe a que la falta de contacto físico en las interacciones humanas disminuye las consecuencias de la comunicación en línea. Debido a que se elimina toda una parte de la comunicación (no verbal), las personas pierden el peso de las consecuencias de lo que digan o hagan, como es el caso reciente. Es más, Stephens siguió haciendo transmisiones en vivo luego del asesinato, donde afirmaba haber matado al menos a 15 personas más.

Si bien la tecnología tiene muchos beneficios, también acarrea una serie de aspectos negativos que muchas veces pasan desapercibidos.