El valor del tiempo, el tráfico, la distancia, la mala experiencia que a veces se tiene cuando se acude a un establecimiento son entre otras muchas razones, las que están haciendo crecer la cuota de participación de las compras online.
Esto ha motivado que surjan una serie de combinaciones (compra en línea y recojo en tienda u otras) que se suman a las nuevas posibilidades de consumo que ofrece la tecnología.
En el Perú aun estamos en pañales respecto al nivel optimo que se debe tener para poder afirmar que tenemos un modelo donde coexiste el canal físico y el online.
Todavía son muchos los casos en los que falla el almacén, falla el pago móvil, falla el periodo de entrega, entre otros. Y si se trata de las experiencias en tienda, aun queda mucho por hacer para lograr que los clientes pasen más tiempo en la tienda y tenga mayores oportunidades de compra.
Las fast fashion como Inditex tienen sistemas optimizados de stocks basados en la tecnología RFID, para ahorrar sus costos y tener una gestión integrada del stock, además de tratar de conocer lo que sus clientes quieren o prefieren con el fin de promover que realicen mayores visitas a las tiendas, gracias a una comunicación personalizada, según da cuenta un interesante artículo de Expansión de España, titulado La Tienda de Moda del Futuro, sobre el que se inspira esta nota.
Sin embargo, la visita presencial sigue siendo clave y también se están introduciendo funcionalidades para el pago, saber precios, conocer stock y disponibilidad de tallas, entre otras cosas que ocurren o se demandan durante una visita de consumo.
El objetivo que está detrás de estos esfuerzos on y offline es facilitar la compra, proceso que incluye la selección, la entrega, el pago y la devolución, pasando por el acceso a una serie de servicios que no son exactamente complementarios como música del gusto del cliente, WiFI, programas de fidelización, puntos de recarga de celulares, cafeterías, entre otros.
Todo esto hace pensar que más temprano que tarde vamos hacia un modelo integrado de la tienda física con el mercado online, donde las tiendas tienen el reto de competir con los gigantes como Amazon o Alibaba, adecuarse a los hábitos de las nuevas generaciones de consumidores que son mucho más tecnológicos y ser más eficientes.
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