El impacto de la guerra comercial de Trump

Usar los aranceles como arma para impulsar la industria nacional o proteger las fronteras de la inmigración ilegal tiene una serie de consecuencias. Por un lado, los exportadores de otros países que perderán competitividad en el mercado, pero también los consumidores del propio país que los impone porque deberán comprar los productos a mayores precios.

Eso parece que sucederá con los planes que tiene el presidente Donald Trump con respecto al alza de los aranceles a las exportaciones europeas que aparentemente subirían un 25%.

Según una reciente nota de The Guardian de Phillip Inman, la industria exportadora alemana caería aproxiamadamente un 20% y, en general, las exportaciones europeas lo harían en conjunto un 17%, según The Kiel Institute de Alemania. Esto implicaría una contracción en la economía de la Unión Europea en 0,4%, lo cual parece poco, pero lo cierto es que ocurriría en el peor momento de las economías del bloque.

Lo que aparentemente la Casa Blanca no está cuantificando es que esto también contraería la economía estadounidense, aunque en menor porcentaje si es que la Unión Europea no actúa recíprocamente porque si lo hace, tendría repercusiones en la inflación de los EEUU.

Una de las industrias europeas más afectadas sería la automotriz con la cual la americana parecer que quiere competir solo por la vía arancelaria. Si bien aún no hay fecha para el anuncio de las medidas, se sabe que el 4 de marzo se impondrán las medidas a México y Canadá, así que solo queda esperar.

Lo que queda claro es que usar los aranceles para hacer política migratoria o para promover la competitividad de las industrias nacionales no parece ser un win win para nadie.