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Perú: donde jugar puede ser un lujo
La tecnología está desplazando a los juguetes convencionales. Hoy en día es difícil que los niños encuentren divertido armar cubos, rompecabezas o jugar con muñecos, cuando en lugar de eso pueden pasar el tiempo frente a una pantalla: enganchados con un juego de moda, viendo algún dibujo animado o una película. Menos imaginable es que los niños hagan sus propios juguetes, como muchos de nosotros los hacíamos cuando saltábamos liga usando solo unos metros de elástico, pintábamos las veredas con una tiza para jugar “mundo” o armábamos torres y carritos con cajas.
Esta modificación de hábitos, tiene que ver con el hecho que los dispositivos tecnológicos se han masificado y están disponibles para todos los bolsillos, y, en cambio, aquellos juguetes que promueven la imaginación o la creatividad de los niños pueden llegar a tener precios prohibitivos para la economía de cualquier familia peruana.
Un reciente estudio del portal https://www.picodi.com/pe, titulado “El precio de la sonrisa de un niño”, da cuenta de un análisis del precio de una caja mediana de bloques de Lego Clásico de 484 piezas en 50 países a partir de los precios medios en tiendas locales en línea y más de uno se llevará una sorpresa cuando compruebe que en el Perú, el precio de ese juguete es el más caro con S/ 272, seguido de Colombia con S/267.
En nuestro país, de acuerdo a este estudio se paga tres veces por una caja de Lego Clásico que lo que se paga en EE.UU. y en Francia.
Hay quienes dirán que es un problema de la distancia de donde los fabrican. Sin embargo, si se revisa la lista de países se observará que hay otros que están igual de distantes de donde son producidos, pero tienen precios más accesibles. Además, los Legos que se venden en Perú son fabricados en México.
El artículo de Picodi llega a la conclusión que los países desarrollados pagan menos por juguetes que promueven la creatividad y la innovación que lo que se paga en países en desarrollo como Pakistán, Filipinas y Perú.
¿Tendrá esto algo que ver con los niveles de desarrollo alcanzado por esos países cuyos niños son expuestos a juguetes que los convierten en grandes constructores desde pequeños?
No lo podemos afirmar categóricamente, pero los niños que crecieron con Lego o juguetes similares, siguen jugando cuando grandes y pueden pasarse varias horas leyendo manuales de ejemplares que vienen con más piezas, que tienen mayor grado de dificultad y son más retadores. Mientras, en otro lugar del mundo hay otros niños que se hicieron adultos enganchados a los videojuegos y tienen mucha dificultad hasta para armar un estante sencillo por sí mismos.
Las ludotecas en los colegios o lideradas por las Municipalidades donde los niños son expuestos a espacios donde los retan a construir sus propios juguetes pueden ayudar a conservar el espíritu que está detrás del juego y que es, en esencia, promover la creatividad, la imaginación y la interacción de las nuevas generaciones.
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