PERSONAS
La modernidad en la gestión pública se acerca a América Latina
Luis Alberto Moreno, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, señala que la revolución digital permitirá que la región se modernice y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos. Este pronóstico es especialmente importante en una región tan desigual como América Latina.
Probablemente el ejemplo más impactante que utiliza Moreno para ilustrar el poder de la tecnología para acercar al Estado al ciudadano a través de servicios modernos y eficientes; y para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de manera inclusiva, es el caso de Colima en México. En la última década, este Estado de México que tiene una población de 600 mil personas ha transformado la gestión pública al migrar gran parte de sus procesos al mundo digital.
En Colima, los ciudadanos pueden realizar 62 procedimientos en línea, desde aplicar a licencias hasta hacer denuncias. Para los críticos que señalan que en América Latina no todos los hogares tienen Internet, Colima también tiene una respuesta: el Estado ha montado cientos de hotspots con Internet gratis.
México, por supuesto, no está solo en estos avances. Probablemente, el líder en la región en digitalización de procedimientos administrativos es Chile. Ahora, cientos de procedimientos, que hasta hace poco utilizaban interminables e incomprensibles formularios y que le quitaban una gran cantidad de tiempo a los ciudadanos en días de espera y en largas colas, se pueden hacer en línea.
La plataforma digital no solo ayuda a la tramitología para interacciones específicas entre el Estado y ciudadano sino que también puede mejorar la calidad de vida de las personas incluso dando un servicio superior al ofrecido por el sector privado. Por ejemplo, en Colima ya es posible que los ciudadanos accedan a sus historias clínias electrónicas y que la espera por una atención de emergencia se haya reducido a 7 minutos. Así de poderosa es la tecnología si se aplica a la gestión pública. La tecnología también puede ayudar en la lucha contra la delincuencia como ocurre en Ecuador, donde en los últimos cuatro años se ha podido reducir en 48% la criminalidad a través del uso de sistemas de información en tiempo real que le permite a la policía actuar con mayor rapidez. La tecnología también puede también utilizarse para mejorar los servicios de la educación pública como ya se hace en Brasil y para brindar asistencia técnica a los pequeños productores como ya se hace en Uruguay.
Moreno menciona que es importante que los países modernicen la administración pública con el uso de la tecnología pues será muy difícil que sostengan sus políticas de inclusión social indefinidamente. Sin embargo, olvida señalar lo obvio: que probablemente la revolución digital sea la política de inclusión social más importante en el futuro.
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