Imágenes que salvan

Hoy en día las imágenes médicas juegan un papel importante al momento de realizar un diagnóstico, ya que permiten a los médicos obtener imágenes del interior del cuerpo de las personas que acuden a algún centro de salud.

Con el paso de los años han surgido nuevas y mejores pruebas que ayudan a conseguir imágenes de mayor precisión del interior de nuestro cuerpo, sin embargo, los equipos que las producen son tan costosos que las imágenes que más se utilizan son aquellas que solo permiten obtener imágenes en dos dimensiones (ancho y alto). Esta situación podría cambiar en los próximos años puesto que, según un artículo publicado por (El País, 2019), las tomografías, los rayos X y las ecografías se leerán en tres dimensiones, lo cual ocurrirá gracias a las investigaciones realizadas por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Este instituto ha diseñado un algoritmo de inteligencia artificial que permite recrear la tercera dimensión de las imágenes con tan solo una fotografía, es decir, los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts creen que dentro de un tiempo y luego de realizar más pruebas a dicho algoritmo, el modelo permitirá convertir imágenes médicas en 2D a imágenes 3D, lo que contribuirá a recuperar la información perdida reconstruyendo paredes, tejidos o incluso órganos completos

Una vez perfeccionado el algoritmo se convertirá en un sistema muy útil en los países en vías de desarrollo por su bajo costo, según señala el mismo artículo, y además permitirá obtener diagnósticos más precisos sin la necesidad de realizar demasiadas pruebas al paciente.

La medicina ha logrado grandes avances en los últimos años, y estos en la gran mayoría se deben al desarrollo de las imágenes médicas que junto con un buen diagnóstico por parte de los médicos han permitido lograr mejores y acertados tratamientos médicos.

La innovación tecnológica ha tenido impactos positivos en diferentes campos y la medicina es uno de estos, tanto en el diagnostico como en el tratamiento. Si bien es cierto aún hay grandes desafíos por cumplir, la tecnología en la salud ha permitido complementar las capacidades humanas para asistir mejor a las personas y manejar las enfermedades de manera más acertada.