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Finanzas para niños
Aquellos que tengan hijos o hermanos menores sabrán lo que es escuchar al pequeño decepcionado porque no le van a comprar el juguete que acaba de ver en el centro comercial. Sin embargo, muchas veces el problema no es la negativa sino la falta de explicación clara de las razones de la misma.
Para los adultos, el asunto es clarísimo. El dinero –el cual se utiliza para comprar cosas, entre ellos el juguete- no lo regala nadie. Es más, los adultos saben perfectamente cuánto pueden gastar a partir de lo que ganan mensualmente en un trabajo a tiempo completo. Sin embargo, para los niños, ninguno de estos términos es claro, afirma el artículo de Forbes, titulado “Money Doesn't Grow On Trees: Financial Basics For Your Kids”, sobre el que se basa esta nota.
Suele suceder también que las personas se ven obligadas a comprender cómo funciona el sistema mientras crecen. Sin embargo, ¿no sería más sencillo enseñarles a los niños cómo funciona?
Este es el argumento del artículo, el cual considera que sería mejor que los niños aprendan de finanzas desde pequeños. El problema es que explicar términos como el mercado laboral a niños que carecen de un contexto para comprenderlo puede ser complicado. Afortunadamente, eso no significa que la labor sea imposible. Por ejemplo, se puede enseñar con relativa sencillez los términos “empleado”, y en qué consiste un sueldo y ahorrar dinero. Este último punto debe ser enseñado con esmero, ya que es esta costumbre la que les enseñará que deben guardar dinero para comprar lo que desean, por ejemplo, ese juguete del supermercado.
Además, se les puede enseñar cómo conseguir dinero. Para que entiendan que cada moneda se obtiene como resultado de un trabajo que se realiza, se pueden seguir los principios del intercambio equivalente. Esto significa que se les puede enseñar que al hacer ciertas cosas para ayudar en la casa pueden obtener un poco de dinero. Por ejemplo, lavar los platos, el carro, regar las plantas o limpiar los cuartos podría darles derecho a un poco de dinero. Además, se les puede enseñar que si desean más dinero pueden conseguirlo trabajando fuera de casa. Por ejemplo, cuidando las mascotas del vecino.
Una vez que se haya aprendido esto, bastaría con empezar a implementarlo. La primera compra exitosa de los niños del juguete deseado serviría como una buena lección de que el sistema funciona. De esta forma, reforzaría la idea que seguir haciendo esto los ayudará a conseguir lo que quieren, ayudándolos en un futuro. Esto significa que hoy es un juguete, pero mañana puede ser una casa.
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