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COVID-19 impulsa cambios en líneas de producción

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Las empresas no han cambiado sus líneas de producción de golpe desde la Segunda Guerra Mundial.
01 de abril de 2020
Red star
Por qué es importante
Este cambio rápido de producción es viable en parte gracias a los recursos disponibles de cada una de las empresas y que les permite dar esos saltos.

Las mascarillas se han vuelto en la mayor preocupación para las personas a nivel mundial, y es que después de la propagación del COVID-19 (Coronavirus), las personas se han empezado a abastecer de este producto para evitar contagiarse.
Así como las mascarillas, los desinfectantes de manos son otro de los productos de mayor demanda y que se han agotado en cuestión de días en las farmacias y supermercados. Estas compras desmesuradas solo han provocado la disminución de existencias, sobre todo, el de las mascarillas, las cuales no solo son empleadas por las personas al salir de sus casas sino también por el personal médico.
China fue el primer país en el que estalló el brote del virus, y con alrededor de 1,400 millones de habitantes, era urgente contar con estos suministros, por lo que, Foxconn, empresa electrónica dedicada al ensamblaje de iPhones para Apple, así como también empresas fabricantes de automóviles empezaron a producir máscaras faciales dándole un giro de 180° a su línea de producción habitual. (Quartz, 2020)
En Francia, empresas que normalmente producen perfumes y cosméticos han empezado a producir gel desinfectante. En Reino Unido, el primer ministro ha pedido a compañías como Rolls Royce, que fabrica motores a reacción, que fabriquen equipos médicos tales como ventiladores, en España la cadena de moda Zara se ofreció a producir uniformes hospitalarios y EEUU sostuvo que invocará la Ley de Producción de Defensa del país para obligar a la industria estadounidense a fabricar suministros médicos.
Estamos acostumbrados a ser testigos que frente a las crisis, algunas empresas contribuyen con dinero, sin embargo, el COVID-19 está motivándolas a contribuir cambiando sus líneas de producción, algo que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial cuando los fabricantes de seda empezaron a producir redes de camuflaje.
Este cambio rápido de producción es viable en parte gracias a los recursos disponibles de cada una de las empresas y que les permite dar esos saltos, sin embargo, al tratarse de productos médicos podría volverse complicado, como en el caso de los ventiladores ya que requieren piezas y mano de obra especializada.
El cambio rápido de línea de producción muestra la fortaleza de un país en el rubro de la fabricación, como es el caso de China, y, sobre todo, visibiliza la urgencia de las empresas por evitar que el virus continúe paralizando las operaciones.