HISTORIAS
COVID-19 y el consumo de animales salvajes
Wuhan, es una ciudad de China desconocida para algunos, pero que luego de ser el lugar en el que se originó el COVID-19, se volvió el centro de atención. El principal mercado de la ciudad es considerado uno de los lugares más insalubres del mundo, y es que lo que vende dista mucho de lo que se ofrece en un mercado típico. ¿Qué venden? Animales salvajes como ratas, murciélagos, serpientes y pangolínques, los cuales están en jaulas, sin agua ni alimento y sometidos a gran cantidad de estrés. (World Economic Forum, 2020)
Esta situación, que para muchos puede considerarse algo insólito, para los habitantes de la ciudad es algo que está totalmente normalizado, sin embargo, las condiciones en las que se encuentran estos animales han generado que se desarrollen todo tipo de bacterias y virus, siendo una de las hipótesis que el COVID-19 surgió en dicha ciudad y a causa del consumo de estos animales.
Pero el virus actual no es el primero en ser incubado en este mercado, y es que, en el 2003 surgió un brote de SARS (síndrome respiratorio agudo), virus que acabó con la vida de miles de personas en China, y que empujó a las autoridades a prohibir el comercio y consumo de animales salvajes, sin embargo, meses después las mismas autoridades consiguieron derogar esta ley.
Estas dos enfermedades son solo algunas de todas aquellas que han sido causadas por el consumo de animales salvajes, y es que no olvidemos que los seres humanos somos mamíferos por lo que al microbio incubado se le hará sencillo saltar a un portador nuevo con un entorno químico similar al del portador de origen.
El tráfico de vida salvaje es un mercado global que se da tanto de manera legal como ilegal, moviendo millones de dólares cada año (el tráfico mundial ilegal de vida salvaje mueve 26 mil millones de dólares anuales). Uno puede comprar este tipo de animales a través del internet, lo que demuestra la poca regulación y control de este tipo de comercio. De continuarse con la venta y consumo de este tipo de especies no sólo se estará poniendo en peligro a estos animales y a su existencia en el planeta sino también a la población mundial. China nuevamente ha prohibido el comercio de estos animales, y se espera que esta medida continúe con el tiempo y que otros países en los que también es practicada esta actividad hagan lo mismo, por el bien de las personas y animales.
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