La agricultura y la energía solar

La energía renovable está tomando importancia por su contribución al medio ambiente, y es quizás la energía solar una de las que más ha avanzado. Los paneles solares son una alternativa popular para adoptar la energía renovable. Un panel solar es un sistema que convierte la luz solar en energía eléctrica a través de las celdas diseñadas para captar los rayos solares y convertirlos en energía. 

Pese a los beneficios que tiene este sistema, en países como Estados Unidos, instalarlos en las azoteas no es suficiente para reducir significativamente los niveles de emisiones que provoca el uso de otros tipos de energía, por lo que las granjas se han convertido en una opción para los paneles de los investigadores, los gobiernos y empresas. (Quartz, 2020)

La demanda mundial de energía, según un artículo publicado en (Nature, 2019), se compensaría con la producción solar si incluso menos del 1% de las tierras de cultivo se convirtieran al uso de sistemas agrivoltaicos. Esto se explica porque la eficiencia de los paneles solares es más alta en tierras agrícolas que en otro tipo de territorio. La razón es que las tres principales cubiertas de tierra asociadas con el mayor potencial de energía solar fotovoltaica son las tierras de cultivo, los pastizales y los humedales. 

Los paneles solares son más productivos con abundante insolación, vientos suaves, temperaturas moderadas y baja humedad, coincidentemente son las mismas condiciones que son mejores para los cultivos agrícolas. Los paneles solares situados en las granjas (sistema agrivoltaico) surgieron como una manera de preservar las tierras agrícolas y cumplir los objetivos de la apuesta por el uso de energías limpias.

Los cultivos no se verán afectados por los paneles, incluso, los paneles solares elevados instalados encima de los cultivos pueden proporcionar un flujo adicional de ingresos económicos para los agricultores que alquilan el espacio. Lejos de generar problemas en las granjas, pueden generar beneficios ya que la sombra de estos paneles puede aumentar el rendimiento de vegetales, disminuir el consumo de agua y preservar la capacidad del suelo para absorber CO2 de la atmósfera. 

Un ejemplo de esto es el caso de los tomates cherry en Arizona, los cuales han duplicado su rendimiento y se ha reducido la cantidad de agua que necesitan, sin embargo, es probable que instalar este sistema no sea factible para las granjas de monocultivo a gran escala que dependen de maquinaria pesada.

La expansión global de la energía solar requerirá que se identifiquen desarrollos de infraestructura energética sostenibles y buenas ubicaciones para estos.