Las neuronas de la memoria

El cerebro sigue siendo un misterio en muchos aspectos, siendo uno de estos el mecanismo que transforma los recuerdos de corto plazo en memoria a largo plazo, proceso al que se le denomina consolidación de la memoria, el cual es importante para entender el funcionamiento de las neuronas y como estas almacenan la información en el cerebro. En este proceso de consolidación de memoria, según los científicos, resulta crucial la síntesis de unas proteínas presentes en las neuronas, sin embargo, hasta el día de hoy no se sabía qué tipos de neuronas estaban involucradas en este proceso.

Un equipo científico de diversas instituciones, dirigido por expertos de la Universidad McGill de Montreal, han descubierto qué tipo de procesos celulares son los responsables de que tengamos recuerdos a largo plazo, lo que es un gran paso para el estudio de enfermedades o trastornos relacionados con la alteración de la memoria. (National Geographic, 2020)

Existen dos procesos diferenciados en la consolidación de la memoria en redes neuronales distintas: las neuronas exitadoras (creación de rastro de memoria) y las neuronas inhibidoras (bloquean ruido de fondolo que es clave en el aprendizaje). Según los expertos de la Universidad McGill Nahum, la Universidad de Montreal y la Universidad de Haifa, cada proceso neuronal podría ser manipulado de manera selectiva para controlar la memoria de largo plazo.

Pero ¿cómo algo que recordamos a corto plazo se convierte en un recuerdo de largo plazo? este proceso requiere de la síntesis de nuevas proteínas por parte de las neuronas. Por esto los investigadores emplearon ratones transgénicos para manipular una vía molecular particular, denominada elF2α, en unos tipos específicos de neuronas. Esta es una vía importante en la formación de recuerdos a largo plazo y en la síntesis de proteínas en las neuronas, además eIF2α también sintetiza proteínas en una clase específica de neuronas inhibidoras: las interneuronas de somatostatina.

La somatostatina actúa como neurotransmisor, por lo que también contribuye a la formación de la memoria. Los investigadores descubrieron que el aumento de la síntesis de proteínas en las neuronas inhibidoras que expresan somatostatina en el hipocampo mejora la formación de memoria a largo plazo.

Los nuevos descubrimientos, según los científicos, permiten afinar los nuevos tratamientos hacia un tipo concreto de neuronas: las de somatostanina, que podría ser el nuevo objetivo de futuros medicamentos destinados a combatir enfermedades como el Alzhéimer o el autismo.