Empresas con camiseta VERDE

La pandemia y la caída del precio del petróleo han puesto a las petroleras en una situación difícil, afectando su rentabilidad y reduciendo el atractivo de los proyectos de hidrocarburos frente a los de las energías renovables que implican menos riesgos. 

Muchos anuncios de inversiones en energías limpias tienen algo de lo que se llama greenwashing, en referencia al lavado de cara verde de muchas empresas en tiempos de máxima presión social sobre aquellas que son contaminantes, pero se espera que las empresas no solo hagan un cambio superficial, sino que asuman un compromiso real de cuidado del medio ambiente.

En esta línea, Repsol ha decidido invertir 18,300 millones de euros en el periodo 2021-2025, con el propósito de, no solo acelerar la transición hacia las energías renovables y el proceso de descarbonización, sino también asegurar su rentabilidad. (El País, 2020)

Repsol se ha puesto como meta que para el 2050 genere cero emisiones netas. Para lograrlo, destinará el 30% de las inversiones, tratará de minimizar el consumo de energía y buscará la máxima digitalización de los procesos. Adicionalmente, creará nuevos negocios con cero emisiones en el área industrial, ajustará su capacidad, construirá nuevas plataformas de negocios neutros en carbono y reducirá las emisiones de CO2 en diferentes áreas como refino, trading, entre otras. En cuanto a los siete complejos industriales en España, Portugal y Perú, Repsol los transformará en hubs multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono, basados en la digitalización y tecnología.

El objetivo central de Repsol es convertirse en una referencia en biocombustibles sostenibles con una producción de 1,3 millones de toneladas para el 2025 y más de 2 para el 2030. Otro punto importante para la empresa liderada por Josu Imaz, es ser líder en hidrógeno renovable, previendo alcanzar en 2025, una producción equivalente de 400 MW con la ambición de superar 1,2 GW en 2030. 

Repsol no dejará de lado al petróleo que continuará siendo clave para la empresa, sin embargo, su producción será de unos 650 mil barriles durante el periodo señalado en el plan, con una presencia reducida en 14 países. Además, la actividad exploratoria será focalizada y eficiente.

En el sector energético esto es un gran paso, Repsol está apostando por un modelo que integra varias opciones tecnológicas, uniendo la electrificación con el uso de productos de baja huella de carbono, para ofrecer soluciones a todas las necesidades energéticas.