IDEAS
La reducción de la jornada laboral para preservar el empleo
En Alemania, con el fin de preservar los puestos de trabajo durante la pandemia, el gobierno creó un esquema que permitió recortar la jornada de trabajo o la suspensión temporal del trabajo, gracias a que éste asumía el pago de buena parte de los salarios.
De acuerdo a las proyecciones del Hans Bockler-Stiftung, una fundación cercana a los sindicatos, este esquema habría permitido salvar 2.2 millones de empleo en la época de mayor crisis de la pandemia, en comparación con los 330 mil puestos que se preservaron en la crisis financiera de 2007 a 2009.
Según se refiere en una reciente nota de The Economist, el costo de esta medida ha sido menor a lo que le hubiera representado al gobierno, asumir las subvenciones de desempleo.
Desde la perspectiva de las empresas, la mayoría cree que la medida también ha facilitado que las empresas puedan abrir nuevamente sus actividades con mayor facilidad que si hubieran prescindido completamente de sus trabajadores. Sin embargo, han advertido que tal y como está diseñado el incentivo puede convertirse en perverso porque se financian licencias con cotizaciones de seguridad altas y esto estaría provocando que estas aumenten sus costos laborales. Tampoco están de acuerdo que se paguen estos subsidios al final de cada año, lo cual tiene consecuencias en la competitividad de las empresas.
No obstante, es importante tener claro que en el esquema del Kurzarbeit, las empresas tienen que pagar más del 30% de los costos laborales de los empleados con mayores salarios y la lógica lleva a pensar que no es razonable que mantengan trabajadores zombies solo por los subsidios.
En resumen, la posibilidad de reducir la jornada laboral temporalmente fue una buena medida para preservar el empleo y, es importante destacar los apuntes que hacen los propios gremios empresariales sobre los aspectos que se hubieran podido mejorar para evitar que malos empresarios atenten contra el espíritu de la medida.
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