El tiempo de Cuba

Cuba y Corea del Norte son los países donde aun sobrevive el pensamiento marxista y de un socialismo sin reformas. Sin embargo, para sorpresa de algunos, el 11 de julio, miles de cubanos salieron a las calles para dar inicio a protestas espontáneas contra el régimen que impuso Fidel Castro, movidas por la falta de alimentos y de medicamentos.

Empezaron volcando autos de la policía, saqueando productos de las tiendas hasta finalmente concentrarse frente al Capitolio Nacional en La Habana para gritar frases en contra del actual gobierno. Se trata de las mayores protestas desde que Castro tomó el poder en 1959, convirtiendo desde entonces a Cuba en un país sin libertades. (Expansión, 2021)

A la par de estos hechos, las comunidades de cubanos que residen en el mundo celebran este acontecimiento y el despertar de sus compatriotas en Cuba, un momento añorado y que se estuvo esperando desde que Estados Unidos a través de sus sanciones cada vez más estrictas ponía en jaque la economía del país, intentando provocar que los propios cubanos alcen su voz contra el comunismo.

Y es que 62 años de represión y pobreza tenían que terminar en lo que hoy se está viviendo y a lo que por primera vez se ve enfrentado el gobierno actual, uno sin Fidel a la cabeza como en la protesta de 1994, pero sí con Miguel Díaz-Canel quien ha llamado a las armas para controlar la situación. 

El Gobierno ejerce su máxima represión, las fuerzas especiales y la policía han podido dispersar a los manifestantes e incluso se ha cortado el Internet para impedir cualquier tipo de coordinación, sin embargo, es incierto por cuanto tiempo podrá mantener este control.

Muchos son los problemas de la isla, el desabastecimiento es uno de ellos y es que el ineficiente sector agrícola nunca ha llegado a producir lo suficiente para alimentar a los 11 millones de habitantes, quienes tampoco pueden adquirir los alimentos en las tiendas de moneda fuerte. La paralización del turismo a consecuencia de la pandemia, un sector salud sin medicamentos, ineficientes medidas contra la pandemia como abrir el turismo ruso, las sanciones impuestas por Trump, la devaluación de la moneda y el disparo de la inflación empeoraron la situación.

Por ahora, la caída del sistema instaló Fidel Castro dependerá de la continuidad e impacto de las manifestaciones.