Del olivo, su aceite

En el Perú se producen entre 140 y 180 mil toneladas de aceitunas por año, de las cuales poco más de la tercera parte se exporta y la quinta parte se destina a la producción de aceite de oliva. No se tienen datos ciertos sobre el consumo de aceituna o de aceite de oliva, pero a la luz de estos datos de producción y exportaciones de aceituna y de la relación de la cantidad de frutos que se necesitan para producir un litro de aceite, es probable que sea menos de 100 gramos de aceite de oliva por persona al año.

En la región, Argentina es el principal productor del continente con más de 30 mil toneladas de producción de aceite de oliva al año que equivale al 1% de la producción mundial y apunta a ganar posiciones en el mundo a la luz de las tendencias de alimentación saludable y sofisticación del consumidor. Al menos así lo señala un reciente artículo de la Revista Forbes de Argentina, titulado El Oro Verde y escrito por Cecilia Valleboni.

Al igual que en el Perú, en ese país el consumo interno de aceite de oliva también está inmaduro con apenas 250 gramos por persona al año, muy lejos de Grecia e Italia donde se consume de 10 a 12 kilos persona/año.

Por ello, se estima que hay un margen de crecimiento aun cuando hay otros dos aspectos que pesan en el incremento del consumo: precio y poder adquisitivo. Sin embargo, la tendencia es creciente y va de la mano con las tendencias de dietas más saludables.

En el mundo se producen un total de 3 millones de toneladas de aceite de oliva al año y España, Italia, Grecia, Turquía, Portugal y Túnez son los principales productores.

Mientras en Perú hay unas 21,887 ha cultivadas de olivo, en Argentina, el referente del continente, tienen 80 mil hectáreas sembradas cuya producción se orienta mayoritariamente a la exportación de aceite de oliva extra virgen, donde han encontrado un espacio de desarrollo y ya ocupan la décima posición a nivel global.

Como país, no podemos perder de vista estas oportunidades de mercado a la luz de las tendencias que se han afianzado con la pandemia.