La memoria: más sistema que músculo

Una de las cosas que no se olvida es montar bicicleta, aun cuando pase mucho tiempo sin hacerlo. Se dice que tiene que ver con la memoria procedimental que permite a nuestro cerebro automatizar ciertos procedimientos. Igual que atarse los zapatos.
Una interesante entrevista realizada por el portal INFOSALUS a Héctor Ruiz, director de la International Science Teaching Foundation, especialista en psicología cognitiva, revela que la memoria es el conjunto de acciones y experiencias de la vida de una persona que moldean el cerebro, es decir, que la plasticidad del cerebro permite adaptarnos al entorno para responder a sus estímulos.
Según el experto, la memoria es la que da identidad y nos permite comportarnos de la forma como lo hacemos ante situaciones que nos plantea el mundo que nos rodea. En este sentido, hasta los actos más sencillos que hacemos automáticamente todos los días tienen su origen en el aprendizaje de los mismos por la memoria.
También señala que existen distintos tipos de memoria que se desarrollan espontáneamente con el paso de la madurez natural, como la procedimental de la que se hablaba en un inicio o la declarativa que nos permite recordar el primer cumpleaños que tuvimos o cuando aprendimos a leer.
Lo que sí hay que descartar es que sea un músculo que podemos ejercitar o un almacén de datos donde se añade información como si fuera un cajón, sino más bien un sistema que va conectando la nueva información que recibimos con la que ya tenemos almacenada.
Finalmente, contra lo que pudiera pensarse, sí hay diferencias genéticas en la memoria. Por eso, para algunos es más fácil aprender y recordar, pero a partir de ahí, lo que más influye es la capacidad y aptitud para aprender.