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La "Thermopilia": el McDonald's de Pompeya

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Las casas de pueblo en la antigua Pompeya no tenían cocinas.
17 de julio de 2015
Red star
Por qué es importante
La gastronomía ha jugado desde la antigüedad un rol muy importante en la sociedad.

Cuando se observa el avance que ha tenido la gastronomía en el mundo en distintos niveles y categorías de establecimientos, surge la curiosidad de cómo hacía la gente para alimentarse en la antigüedad. ¿Habían restaurantes? ¿O establecimientos de comida rápida (fast-food)?. Los grandes íconos del cine solo suelen mostrar los banquetes que se daba el Emperador en la antigua Roma pero se dice muy poco sobre cómo satisfacía su hambre el pueblo.

Recientemente se ha conocido alguna información sobre lo que habría sido la dinámica gastronómica en la antigua Pompeya, el lugar de descanso de los romanos ricos, que fue destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 después de Cristo.

Algunos de los detalles que se han descubierto alrededor del tema gastronómico de esa época hoy permiten saber lo siguiente:

  • Los romanos de élite no comían en público (entiéndase, en lugares públicos). Ellos disponían de cocinas en sus villas donde se preparaban sus alimentos.
  • Las casas del pueblo no tenían cocinas. Se encontraron restos de lo que serían comedores municipales que habrían sido llamados "thermopolia" que significa en griego "lugar donde se venden cosas calientes";  "popinae" si vendían también bebidas; "tabernae" si ofrecían alcohol; u "hospitia" si contaban con hospedaje. 
  • Los arqueólogos creen que los romanos les gustaba comer al paso y que el pueblo consumía sus alimentos en los "popinae", que alguna vez pretendieron ser regulados por los emperadores para que no vendan carne cocina o productos horneados sino que ofrezcan solo menestras.
  • Todo indica que los "popinae" exhibían la comida colgada en ganchos y que, aun cuando no eran "tabernae", ofrecían vino para llevar a casa o consumirlo en las instalaciones, el que mezclaban con agua caliente para reducir su intensidad. 
  • El menú solía contener paté, huevos, salchichas, jamones, aceitunas y algunas perdices asadas, además de las clásicas lentejas o guisantes y frejoles, trigo y algunos guisos que aderezaban con ajo, cebolla, semillas de amapola, eneldo, pimienta y otros que ya eran conocidos. La sal habría sido escasa pero habrían tenido un sustituto a base de tripas de pescado.

No hay muchos restos arqueológicos ni imágenes que permitan conocer muchos detalles, salvo un fresco que se conserva en Ostia fuera de Pompeya, donde se representan a los huevos, aceitunas, frutas y otros, que habría sido la forma en que estos lugares se publicitaban con los comensales.

A su manera, su gastronomía también reflejaba la forma de organización social que tenían y también mostraba la creatividad que hoy caracteriza a este sector para crecer a los ritmos que lo está haciendo y con oferta para todos los bolsillos. Se podría decir que al pueblo le sigue gustando comer al paso como en la antigua Pompeya.