TENDENCIAS
El mundo de los regalos de bodas
La época en que los partes matrimoniales donde se anunciaba la boda de un familiar, traía la dirección de la novia para el envío de los regalos cambió en el Perú cuando surgieron los llamados colectivos en los grandes almacenes.
Bajo este sistema, cada pareja elige el gran almacén de su preferencia y los novios elaboran una lista de objetos para que las personas que quisieran hacerles un regalo, pudieran optar por aquel que se adecua a su presupuesto. Más tarde esos colectivos admitían la modalidad de abonar dinero sin elegir ningún objeto determinado que luego los novios hacían líquido eligiendo un nuevo objeto o aplicándolo a un objeto de mayor valor pero del mismo gran almacén. Con el tiempo, la variedad de opciones de regalo para matrimonios en Perú está convergiendo a la existente en el resto del mundo.
Por ejemplo, dependiendo del perfil socioeconómico y profesional de los novios, los partes pueden traer dos colectivos. Uno en un gran almacén convencional donde hay una lista convencional de objetos para el hogar; y, otro en una joyería, cristalería o casa de regalos especiales, donde los novios registran una lista de regalos en la mayoría de los casos de muy alto valor. Así, se puede optar por aportar a la colección de cucharitas de plata para café, a la docena de copas de vino blanco, tinto o a los vasos de whisky. En estos casos, la idea es que los amigos aporten a un recuerdo costoso para los novios.
Para los expertos estos cambios habrían obedecido a cambios generacionales que no han parado y siguen produciéndose.
Recientemente, las parejas están optando por pedir tarjetas de regalo de los grandes almacenes, cuyo valor luego pueden convertir, no necesariamente en un objeto sino también en experiencias de vida como el propio viaje de bodas. Otros han optado por abrir una página web donde además de poner los detalles de la boda que van desde la iglesia hasta el lugar de la fiesta y el código de vestimenta, anuncian que prefieren que les regalen dinero en efectivo.
En otros casos, dependiendo de los paradigmas culturales, combinan el pedido de dinero en efectivo con listas de bodas para los amigos más conservadores que prefieren dar un objeto como obsequio.
Finalmente, están los que abiertamente comparten con los amigos y familiares el sueño o propósito que tienen y lo que cuesta, para que todos contribuyan a hacerlo realidad y se sientan parte de la aventura con la que quieren los novios iniciar su vida de pareja, de tal manera que si una pareja que quiere ir a Indonesia, haya quienes puedan colaborar con el paseo en Catamarán, un paseo a caballo por la playa, un paquete en el Spa para parejas, o una clase de baile.
Pero también, hay quienes serían felices con unas entradas para la opera o un tour a bodegas de vino en el destino de la luna de miel que se ha dado a conocer entre los amigos; un fin de semana en un retiro para los amantes del yoga; una clase de salsa en pareja; entre otras miles de experiencias que se pueden imaginar podrían ser más gratificantes que recibir cinco planchas, tres licuadoras o siete ollas arroceras que luego hay que vender o hacer un trámite para cambiar.
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