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Comer ají te puede alargar la vida

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COMER AJÍ TODOS LOS DÍAS PUEDE REDUCIR EL RIESGO DE MORIR EN 14%.
06 de agosto de 2015
Red star
Por qué es importante
El ají es un ingrediente importante de la dieta de los peruanos que era considerado por muchos como dañino para la salud.

En el Perú, se come mucho ají. Para muchos se trata de un ingrediente indispensable de la gastronomía peruana. Nadie puede concebir un cebiche, un ají de gallina, un arroz o cebiche de pato que no lleve ají. Sin embargo, muchos médicos recomiendan controlar su consumo en el caso de enfermedades crónicas o gástricas.

Por eso, ha llamado la atención un reciente estudio denominado Consumption of spicy foods and total and cause specific mortality: population based cohort stud, publicado en la revista British Medical Journal y, realizado por científicos de la Universidad de Beijing en China que ha relacionado el consumo de comida picante con una vida más larga.

La población del estudio se basó en The China Kadoorie Biobanco que es un gran estudio de cohorte prospectivo de más de 0,5 millones de adultos de 10 áreas geográficamente diversas de toda China. Los participantes se inscribieron entre 2004 y 2008 y se siguieron desde entonces sus tasas de mortalidad. Se excluyeron 2 577 personas con cáncer y 15 472 con enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Los análisis finales incluyeron 199 293 hombres y 288 082 mujeres. Todos los participantes proporcionaron información sobre su consumo de la comida picante y dieron su consentimiento informado antes de participar.

Los pacientes que consumieron alimentos picantes 6 o 7 días a la semana mostraron una reducción del riesgo relativo del 14% en la mortalidad total, en comparación con los que comían alimentos picantes menos de una vez a la semana. De otro lado, la asociación inversa entre el consumo de la comida picante y la mortalidad total fue más fuerte en aquellos que no consumían alcohol que los que lo hicieron. También se encontraron asociaciones inversas, es decir, menor riesgo de morir a causa de cáncer, enfermedades isquémicas del corazón y las enfermedades respiratorias.

Los puntos fuertes de este estudio incluyen un gran tamaño de la muestra, un diseño de cohorte prospectivo y un cuidadoso control de los factores de riesgo establecidos y potenciales para la muerte. Sin embargo, también tiene limitaciones como los propios investigadores reconocen. Por ejemplo, el hecho de que el consumo de alimentos picantes pueda estar asociado con otros hábitos alimenticios y estilos de vida o el hecho de que puedan haber otros factores biológicos y sociales no medidos o desconocidos.

Finalmente, es importante tener en cuenta que los resultados encontrados podrían estar sujetos a la causalidad inversa, lo que significa que las personas con enfermedad crónica se abstienen de los alimentos picantes. Sin embargo, los resultados se mantuvieron prácticamente sin cambios cuando se excluyeron los participantes que murieron durante los primeros dos años de seguimiento por varias enfermedades graves del sistema digestivo.

Todavía hay mucho por analizar e investigar porque los datos obtenidos en el estudio son observacionales. Mientras tanto, a menos que padezcamos de alguna úlcera o gastritis severa en tratamiento, podemos seguir disfrutando de la comida picante sin ningún remordimiento.