PERSONAS
El genio que soñaba con la energía gratis para todos
Imagina un futuro en el cual la energía sea fácilmente obtenible y gratuita para todo el mundo, uno en el cual no haya que instalar largos cables para transmitir electricidad ni pagar cuentas a las compañías de servicios por su consumo, sino recibirla por el aire como quien sintoniza una estación de radio. ¿Suena a un futuro utópico o simplemente un sueño? En realidad, esa era la visión que tenía el genio Nikola Tesla a inicios del siglo XX.
Nikola Tesla fue un inventor e ingeniero serbio, cuya historia está siendo redescubierta en nuestros tiempos (Tesla Motors de Elon Musk le debe su nombre) tras ser opacada por otra figura: la del estadounidense Thomas Alva Edison. A diferencia de este último, quien tenía una visión más comercial, la visión de Tesla era que la electricidad debería ser un recurso gratuito para todos.
Tesla nació en 1856 en Smiljan, actual Croacia, entonces parte del Imperio Austrohúngaro, en una familia serbia. En 1875 inició sus estudios en ingeniería eléctrica en el Politécnico de Graz, donde aprendió sobre la corriente alterna. Sin embargo, se dice que no terminó sus estudios. En 1881 se mudó a Budapest para trabajar en una compañía de telégrafos, y al año siguiente se mudó a París para trabajar en la Continental Edison Company.
En 1884, gracias a una carta de recomendación de un antiguo empleador, Tesla fue contratado por Thomas Edison para trabajar en Edison Machine Works, por lo que se mudó a Nueva York. Edison le encargó mejorar sus generadores de corriente continua, prometiéndole USD 50 mil si lo lograba. Tras meses de trabajo, Tesla logró el objetivo y quiso cobrar lo prometido, pero Edison le dijo que solo había estado bromeado y en lugar de ello le ofreció un ligero aumento. Tesla rechazó la oferta y renunció a la compañía de Edison.
Tesla estaba convencido de que la corriente alterna tenía más ventajas que la corriente continua. El día de hoy, las baterías, pilas de combustible y celdas solares producen corriente continua, mientras que una central eléctrica produce corriente alterna.
En 1887, formó la Tesla Electric Company, en cuyo laboratorio desarrolló un motor de inducción basado en corriente alterna. Su trabajo llamó la atención de George Westinghouse, fundador de la Westinghouse Electric & Manufacturing Company (hoy CBS Corporation) y uno de los principales rivales de Edison (fundador de Edison General Electric, hoy conocida simplemente como General Electric). En 1888, Westinghouse obtuvo la licencia sobre las patentes de Tesla, y lo contrató a como consultor. En el laboratorio de Westinghouse, Tesla siguió trabajando en mejorar su motor de inducción basado en corriente alterna.
En la década de 1890, Tesla se nacionalizó estadounidense. En esos años, construyó el primer radio-transmisor, el cual transmitía energía electromagnética de forma inalámbrica, voz e incluso imágenes. También construyó la bobina que lleva su nombre, la cual demostró encendiendo una bombilla en su mano mediante electricidad inalámbrica.
Edison y Westinghouse estaban enfrascados en lo que se conocía como la “guerra de las corrientes” por el control de la generación y distribución de energía eléctrica. El sistema de Edison, con el apoyo financiero de John Pierpont Morgan (más conocido como J.P. Morgan), estaba basado en la corriente continua. Por otro lado, Westinghouse y Tesla promovían la corriente alterna.
Edison llegó a extremos para demostrar al público que el sistema de Tesla era peligroso, electrocutando con corriente alterna a perros, gatos y hasta a un elefante. Sin embargo, Tesla mismo se expuso a la corriente alterna, la cual atravesó su cuerpo sin causarle daño. La “guerra de las corrientes” llegó a su fin en la Exposición Universal de Chicago de 1893, cuando Westinghouse logró adjudicarse la iluminación del evento en lugar de la General Electric, y cuando Tesla pudo finalmente demostrar con su sistema polifásico que la corriente alterna era más eficiente. Un año antes, Edison había perdido el control de su propia empresa.
Los experimentos de Tesla le llevaron a idear la construcción de una gran bobina para llenar la atmósfera de la Tierra con energía eléctrica. Para ello, diseñó la torre de Wardenclyffe, la cual distribuiría electricidad al mundo. Inicialmente, J.P. Morgan financió el proyecto, pero luego retiró su financiamiento al descubrir el plan de Tesla de distribuir energía eléctrica gratis. Tras la desmantelación de la torre y el abandono del terreno, en años recientes una campaña de la página de cómics The Oatmeal ha permitido que el terreno sea destinado a la construcción de un museo dedicado a Tesla.
En sus últimos años, la empresa de Westinghouse le pagó una pensión y el alquiler de una habitación en un hotel de Nueva York hasta su muerte en 1943. A pesar de que era ciudadano estadounidense, el FBI confiscó sus pertenencias. Tras una investigación, se concluyó que no había nada que constituyera una amenaza de caer en manos enemigas.
A Edison se le conoce como el inventor del siglo XX. Sin embargo, el mundo tal como lo conocemos no habría sido posible sin Tesla. Él nunca disfrutó de los beneficios económicos de sus patentes, como lo hizo Edison, ya que su altruismo le hizo soñar con un mundo con energía gratis para todos. Quizás si hubiera sido un poco más ambicioso y hubiera tenido un poco más de conocimientos sobre cómo hacer planes de negocios, su suerte habría sido distinta.
GILDARDO PINEDA A - 27/08 02:43:19 | www.maderplast.co
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