En América Latina hay 25% más de pobres

El Banco Mundial va a hacer por primera vez en 25 años un cambio dramático en la línea de la pobreza: la subirá de USD 1.25 por día a USD 1.90. Con esto, se espera que el número de pobres en el mundo se incremente en 150 millones de personas. Anteriormente, el Banco Mundial solo había realizado incrementos pequeños en la línea de la pobreza desde que esta se definió en 1990 en USD 1 por día.

Este cambio, sin duda, obligará a modificar el principal de los 17 "objetivos de desarrollo sostenible" que guiarán las políticas de desarrollo por los próximos 15 años y que se espera se aprueben este viernes en las Naciones Unidas. Como se sabe, el primero de los 17 objetivos a los que los líderes mundiales se comprometerían este viernes es "la erradicación total para 2030 de la pobreza extrema, definida como la línea de USD 1.25 por día del Banco Mundial, la misma que estaría por ser cambiada antes de las reuniones anuales que se realizarían a inicios de octubre en Lima.

Las implicancias de este cambio no serían pocas: se estima que el número de pobres se incrementaría en 150 millones de personas. El 90% del cambio provendría de Asia del Este mientras que América Latina y Asia del Sur los cambios serían leves y en Africa Sub Sahariana prácticamente no se produciría mayor cambio. En el caso concreto de América Latina, el cambio en la línea de la pobreza incrementaría el número de pobres en la región en 8 millones, cifra que, si bien es baja en términos absolutos, significa un aumento de 25%.

Sin embargo, para el Banco Mundial, el cambio no sería tan dramático pues solo refleja los cambios en la paridad de poder de compra producidos en los últimos años, es decir, solo significan haber mantenido el poder de compra de USD 1.25 por día con los costos de hoy. Este es el significado del USD 1.90 por día.

Los críticos no han tardado en hacer escuchar su voz. Para algunos de estos, la definición de la línea contra la pobreza está llena de vacíos e imprecisiones. Para otros, su credibilidad es baja, precisamente porque la institución que fija la línea debe su razón de ser a la pobreza. En efecto, para Angus Deaton, economista de la Universidad de Princeton, el Banco Mundial, cuya principal misión es luchar contra la pobreza, tiene un sesgo institucional hacia encontrar más pobreza.