Más mujeres deberían decidir en las AFPs

Las amas de casa son un excelente ejemplo de buenas administradoras e inversionistas: saben ajustarse a un presupuesto, priorizan gastos, saben lo que conviene más a la familia, invierten en lo que es importante (educación o vivienda), e incluso son capaces de ahorrar.

Cuando es el hombre el que asume las tareas del hogar, muchas veces las cosas no funcionan igual. Por ejemplo, cuando hacen la compra, los hombres no suelen preguntar cuánto cuestan las cosas, menos aún comparar los precios entre un establecimiento y otros, peor aún lo tienen cuando hay que reclamar un descuento o promoción. Los hombres hacen presupuestos, pero no les gusta ajustarse a los presupuestos del hogar porque va en contra de su identidad como proveedores. 

Para muchos estas descripciones pueden ser estereotipos que tiene la sociedad sobre los géneros y tener poco sustento científico. Sin embargo, Francesco D´Acunto recientemente señalaba en un artículo denominado Risk tolerance of men and women que la identidad de género, junto a la biología, ayuda a explicar las diferencias en la tolerancia al riesgo, la confianza, y el comportamiento de la inversión a través de géneros. Si bien no se puede generalizar, su investigación valida estudios anteriores que señalan que los hombres son más tolerantes al riesgo. En este caso, D´Acunto señala que los hombres tienden a tener exceso de confianza en la inversión, no solo en la diversidad o frecuencia de esta, sino en los montos que asigna a esta.

¿Qué tiene que ver esto con su fondo de AFP?

Simple: en las 4 AFP del país, los Comités de Riesgo están formados solo por hombres y en los Comités de Inversiones solo una de las AFP tiene una mujer como miembro. Esto significa que quienes toman las decisiones sobre cómo invertir su fondo de jubilación para que cuando le toque jubilarse obtenga una pensión más alta, son los mismos que apostarían más dinero en un juego de azar. Esto no se trata de ser más o menos conservadores, se trata de tener una inclinación balanceada sobre los niveles de riesgo adecuados para los afiliados.

Por eso quizás sería buena idea que hayan más mujeres en los Comités de Riesgos e Inversiones pues esto podría aportar prudencia y eficiencia a las decisiones de inversión.

Lo que D´Acunto sugiere en su estudio, citando a Killingsworth, Chien, Croson y Gneezy, es que la heterogeneidad de géneros es relevante porque como tienen preferencias diferentes sus decisiones tienen efectos sobre los resultados económicos.

Así que si tiene que decidir a qué fondo de jubilación afiliarse sería bueno que pregunte cuántas mujeres hay en el Comité de Inversiones y en el de Riesgo. Quizá vale la pena hacer lo mismo con los Fondos Mutuos.