Los baños sin género

En nuestras casas y en establecimientos pequeños, es normal que haya baños sin distinción de género. De hecho, solo esperamos encontrar baños separados por género en establecimientos de mayor tamaño como centros comerciales, hospitales y centros educativos. Desde temprana edad, a los pequeños se les acostumbra a usar baños separados según si se trata de niños o niñas, y cada uno de estos baños está configurado de diferente forma. Por ejemplo, no se espera que haya urinario en el baño de mujeres. Sin embargo, esta distinción de baños podría estar comenzando a cambiar. 

El diseño de baños separados responde a un paradigma basado en una dicotomía de géneros: masculino y femenino. Sin embargo, en la actualidad el tema de identidad de género no es tan simple y el llamado sexo biológico ha pasado a un segundo plano. La evolución de la sociedad la ha llevado a aceptar que las personas tienen derecho a escoger el género con el cual se identifican, incluso si se trata de niños. De acuerdo con un artículo en Quartz, ya hay escuelas que cuentan con baños género – neutral (es decir, en los cuales no hay distinción de género). 

Según el artículo mencionado, el colegio The Brooklyn New School, en Nueva York, ha implementado la medida para sus alumnos a partir de Pre-Kinder a raíz de un caso en el cual un alumno transgénero, quien usaba ropa de niña, solicitó poder usar el baño de varones. A pesar de que el Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York reconoce el derecho del estudiante a usar el baño de su elección, el baño separado representa una gran barrera para la integración plena de las personas transgénero en la sociedad. En el caso particular de este alumno, sus compañeros varones cisgénero (término usado en contraposición a transgénero) no querían aceptarlo en el mismo baño. 

Después de analizar muchas opciones, el colegio decidió enfrentar este problema interviniendo en la forma en que sus nuevos estudiantes aprendían a usar los baños. Así, los alumnos de Pre-Kinder y Kindergarten comenzaron a usar baños en los cuales el colegio había cubierto la etiqueta de género, por lo cual cada letrero decía simplemente “baño“. Es decir, un baño como tenemos en nuestros hogares, pero más grande y con varios compartimientos en los cuales no importa el género del ocupante. 

El colegio The Brooklyn New School ha entendido que, para fortalecer el apoyo a una causa justa, una buena práctica es recurrir a las mentes en desarrollo de los más pequeños que aún no están restringidas por creencias personales o impuestas. El concepto de baños separados por género, según las autoridades del colegio mencionado, no sería nada más que una idea impuesta por la sociedad tradicional. Ahora los pequeños de esta escuela no pueden comprender por qué hombres y mujeres usan baños diferentes.