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Los virus también son seres vivos

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CARL NILSSON LINNEO, EL PADRE DE LA TAXONOMÍA MODERNA, NO INCLUYÓ A LOS MICROORGANISMOS EN SU CLASIFICACIÓN DE LOS SERES VIVOS. TAMPOCO INCLUYÓ A LOS VIRUS.
30 de septiembre de 2015
Red star
Por qué es importante
Los virus y las células que conforman las bacterias, hongos, plantas y animales tendrían un ancestro común, denominado proto-virocélula.

Han pasado cerca de 280 años desde que el doctor sueco Carl Nilsson Linæus (o Linneo), el padre de la taxonomía moderna, publicó en Países Bajos la primera edición de su obra maestra “Systema Naturæ”, en el cual describe, en latín, el sistema natural en tres reinos de la naturaleza, según clases, órdenes, géneros y especies. Estos tres reinos, según Linneo eran el el reino animal (Animalia), el reino vegetal (Vegetabilia) y el reino mineral. En la décima edición de “Systema Naturæ”, publicada en 1758 y considerada como el punto de partida de la nomenclatura zoológica, Linneo dividió el reino animal en seis clases (Mammalia, Aves, Amphibia, Pisces, Insecta, Vermes) y el reino vegetal en 24 clases. Como se puede apreciar, Linneo no incluyó en la clasificación a los microorganismos, a pesar de que estos ya eran conocidos hacia finales del siglo XVII.

La clasificación de los seres vivos en dos reinos viene desde Aristóteles en el siglo IV, quien también desconocía a los microorganismos. A medida que ha pasado el tiempo y ha avanzado la ciencia, este sistema de dos reinos ha ido desarrollándose y en la actualidad se considera que existen dos superreinos (Prokaryota y Eukaryota, aunque algunos biólogos consideran tres: Bacteria, Archaea y Eucarya) y hasta siete reinos (Archaea y Bacteria, el antiguo reino Monera; Protozoa y Chromista, el antiguo reino Protista; Fungi; Plantae; y Animalia o Metazoa).

¿Y qué hay de los virus? Los virus, parásitos intracelulares sin metabolismo e incapaces de replicarse fuera de un anfitrión, no son considerados tradicionalmente como parte del árbol de la vida y son excluidos de los sistemas de clasificación biológica. Es decir, los virus no suelen ser considerados seres vivos sino agentes infecciosos. Los virus no pueden reproducirse por sí solos y no tienen metabolismo, por lo cual se dice que no son seres vivos. Sin embargo, la historia ha demostrado que la clasificación biológica sigue evolucionando (al igual que las especies vivientes), y es posible que en algún momento se empiece a considerar a los virus como seres vivos.

De acuerdo con un estudio publicado en Science Advances, los virus comparten una historia evolutiva con las células que conforman las bacterias, hongos, plantas y animales. Para examinar la relación entre virus y células, los investigadores compararon plegamientos de proteínas de 3,460 virus con los de 1,620 células. A través del plegamiento, las estructuras de las proteínas obtienen sus complejas formas, y el código genético de las células y virus contiene instrucciones para diferentes plegamientos. Los virus mutan frecuentemente y sus códigos genéticos cambian rápidamente; sin embargo, las estructuras de las proteínas mantienen su forma aún si el código genético varía, lo cual permite estudiar la historia evolutiva de los virus y células.

Los investigadores encontraron que los virus y células estudiados compartían 442 estructuras de proteínas, y que 66 estructuras eran exclusivas de los virus. Apoyados en esta evidencia, los investigadores postulan que los virus son seres vivos. Además, afirman que los virus se reproducen de una forma distinta al resto de los seres vivos, pero que sí lo hacen. Los virus se replican aprovechando el entorno intracelular, lo cual debería ser considerado como parte inseparable de la entidad conocida como virus. Los investigadores van más allá, y afirman que los virus y las células tienen un ancestro común, el cual denominan proto-virocélula.