IDEAS
Aprende a salir de tu zona de confort
Permanecer en la zona de confort, como su nombre lo dice, es una experiencia placentera tanto para personas como organizaciones. Por increíble que parezca, las personas pueden rechazar una oferta de trabajo si piensan que no están suficientemente preparadas para la posición. Por su parte, y lo que no suena tan extraño a comparación de lo anterior, las empresas rechazan candidatos por miedo a tomar una mala decisión (en este caso, la zona de confort está en la inflexibilidad de los requisitos tan estrictos que suelen colocar en sus convocatorias laborales).
Sin embardo, de acuerdo con un artículo publicado en The Muse, aceptar este tipo de retos traerá mejores resultados a largo plazo, especialmente cuando es más fácil decir “no” que “sí”. Cuando las personas y las organizaciones salen de su zona de confort y dicen que “sí”, pueden obtener una serie de beneficios, los cuales tienen que ver con nuevas oportunidades, nuevos conocimientos y habilidades, y crecimiento personal y profesional.
1. Aceptar retos nos permite exponernos a nuevas y mejores oportunidades. Imagina que renuncias a tu posición actual sin tener alguna otra oferta laboral. Probablemente creas que conseguirás una posición similar en otra organización o en algo similar a algo que hayas hecho antes y que no necesariamente hayas disfrutado. Participas en varios procesos de selección, llegas a etapas avanzadas en muchos de ellos, pero no consigues una sola oferta. De pronto, recibes una oferta en algo que jamás hubieras esperado: escritor freelance. Quizás sea algo que disfrutes, pero, ¿lo que ganes te permitirá cumplir con tus obligaciones financieras cada mes? Desde luego, te verás tentado a rechazar casi instantáneamente dicha oferta, porque temes quedarte sin dinero. Sin embargo, el autor del artículo mencionado se encontró en la situación descrita y aceptó la oferta. Actualmente, disfruta de lo que hace.
2. Aceptar retos nos permite aprender nuevas cosas que jamás hubiéramos pensado aprender. ¿Alguien te pide llevar la contabilidad del día y no sabes usar Excel? Quizás debiste haber aprendido a usar Excel, pero la contabilidad es algo serio, así que lo responsable en este caso sería informar a la otra persona que no podrás cumplir con la solicitud. El artículo mencionado presenta un caso distinto: ¿alguien te pide ayuda para vender un par de zapatillas de atletismo? Tú nunca has vendido nada, pero sueles correr en los días de semana y sabes mucho sobre zapatillas de atletismo. Recuerda cómo aprendiste todo lo que sabes sobre estas zapatillas: te conectaste a Internet, hiciste un poco de investigación, identificaste las mejores fuentes de información y te convertiste en un experto por tu cuenta. Sabes cómo escoger un par de zapatillas por tu cuenta. Por lo tanto, tienes la capacidad de aprender cómo vender algo. Cuando vendas ese par de zapatillas, mirarás en retrospectiva todo lo que te costó aprender a venderlo, y comprenderás que puedes hacer todo lo que estés dispuesto a aprender a hacer. De la misma forma, también puedes aprender a usar Excel.
2. Aceptar retos nos permite crecer personal y profesionalmente. Seguimos con el ejemplo anterior. De pronto, todo el mundo quiere tu ayuda para comprar zapatillas. Te has convertido en el experto en recomendar a otros corredores qué zapatillas deben adquirir según sus necesidades. No obstante, en algún momento comienzas a fallar en tus recomendaciones, las cuales ya no se ajustan a lo que las personas requieren, y te das cuenta de ello. A partir de esta experiencia, puedes empeñarte en mejorar tus habilidades de vendedor, o quizás puedes concluir que preferirías participar en un área diferente. De cualquier forma, aceptar el reto te sacó de tu zona de confort, por lo cual tu resiliencia fue puesta a prueba, y ahora sabes qué es lo que quieres.
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