IDEAS
El futuro de los océanos en riesgo
Un reciente estudio denominado Global alteration of ocean ecosystem functioning due to increasing human CO2 emissions advierte que el mundo ha entrado en una era de incertidumbre sobre el efecto de la actividad humana en la función de los sitemas ecológicos y destaca en particular el impacto de los gases de efecto invernadero en los ecosistemas marinos.
Precisamente por estar bajo el agua, los científicos han tardado más en comprender la forma en que las interacciones de las especies acuáticas están siendo afectadas por el cambio climático. En este sentido, han predominado los estudios cualitativos y las evaluaciones de una sola especie o de pequeños subconjuntos de estas.
Sin embargo, las evaluaciones más recientes que buscan medir los efectos a escalas globales muestran que aproximadamente la mitad del mundo que vive bajo el agua está impactado por la acidicificación de los océanos, el incremento de la temperatura superficial del mar y la radiación. Estos factores que están generando estrés en los océanos podrían llevar a que en 2100, seamos testigos de un cambio sustancial de los organismos vivos en el ecosistema marino.
Quizá los pescados y mariscos que conocemos ahora serán investigados como hoy estudiamos a los dinosaurios.
La bondad de la investigación que revisó 632 trabajos sobre los ecosistemas marinos, es que realiza un metaanalisis, esto es, evalúa los efectos combinados del clima, la acidificación, la temperatura y la radiación en los ecosistemas marinos individuales. Para ello, se usó un enfoque estadístico que calculó un tamaño del efecto medio ponderado del factor de estrés.
Y los resultados ponen en evidencia que estamos afectando el mayor ecosistema del mundo y esto tendrá consecuencias importantes en nuestra actual forma de vida, en particular en las poblaciones costeras y los que dependen de los océanos para la alimentación y el comercio.
Una de las razones es que los ecosistemas no están mostrando capacidad para aclimatarse a las nuevas condiciones del agua y esto traerá como consecuencia que algunas especies no podrán sobrevivir a los efectos del estrés que les generan el cambio climático global. Como la mayoría de las especies forman parte de cadenas alimenticias, es probable que el impacto de esta circunstancia sea en cascada.
La diferencia con lo que sucedió en el pasado con los dinosaurios antes es que en ese tiempo nadie podía evitarlo. En cambio ahora, los seres humanos sí podemos tomar medidas para reducir las emisiones de CO2, así como para evitar la sobre pesca que es otro factor que incide en el estrés que sufren los ecosistemas marinos.
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