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Nuestros antepasados también dormían poco

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JEROME SIEGEL ES UNA AUTORIDAD MUNDIAL EN MATERIA DEL SUEÑO.
20 de octubre de 2015
Red star
Por qué es importante
El sueño es indispensable para recuperar energías y para mantener una vida saludable.

Todos somos conscientes de que dependiendo de la etapa de la vida en que estemos nuestros hábitos de sueño van cambiando. Incluso hay épocas en las que se pueden contar días perdidos de sueño, cuando una persona pasa sin dormir toda una noche. Por ejemplo, en la época universitaria es común hacerlo por quedarse estudiando para algún examen o por irse de fiesta, dejando de lado la cantidad de horas de sueño que muchos estudios recomiendan.

En general, es probable que el promedio de sueño de un adulto no llegue a las 8 horas diarias en el mundo occidental.

Lo que no se conocía hasta ahora es que en realidad esas menos de 8 horas en promedio que duerme ahora un joven o adulto son muy similares al número de horas que habrían dormido nuestros antepasados.

Un reciente estudio de investigadores del Instituto Semel de la UCLA, denominado Natural Sleep and Its Seasonal Variations in Three Pre-industrial Societies, de Jerome Siegel y otros, plantea que no hay muchas diferencias entre los patrones de sueño que tuvieron nuestros antepasados y los que tenemos ahora. Siegel es una autoridad internacional en el sueño, ha sido presidente de la Sociedad de Investigación del Sueño, ha dirigido por 40 años un laboratorio de investigación del sueño en Los Ángeles, EE.UU.; y, es jefe de investigación de neurobiología en un hospital también del mismo estado.

Siegel y su equipo investigaron los tiempos de vigilia, la temperatura del cuerpo, la temperatura del entorno y los tiempos de exposición a la luz en tres grupos que mantienen estilos de vida de caza y recolección: los hadza de Tanzania que son cazadores y recolectores, los san de Namibia y los tsimane de Bolivia que son cazadores y horticultores.

En total investigaron los registros de sueño de 94 adultos durante 1165 días. El resultado trae abajo varios mitos sobre el sueño:

  • No se van a la cama a la puesta del sol, sino que permanecen despiertos en promedio 3.20 horas después de esta.
  • No duermen 8 horas diarias. El promedio de sueño es de 6.25 horas, casi lo mismo que duermen las sociedades más industrializadas.
  • No son más obesos por dormir menos.
  • No toman siestas.
  • En el verano duermen 1 hora menos por lo que la temperatura se vuelve un regulador del sueño humano.
  • No tienen insomnio.

Esto permitiría concluir que a pesar de la electricidad, tecnología, el estrés y todos los distractores propios del mundo moderno, hemos conseguido un periodo natural de sueño que es de menos de 8 horas.