El nuevo poderoso competidor de la quinua

Cada vez más los fenómenos naturales y el cambio climático obligan a los agricultores a replantearse los cultivos que van a producir. Ya se dejaron de lado los monocultivos porque hay que tener en cuenta la disponibilidad de riego, la calidad del suelo y los requerimientos de fertilizantes de cada cultivo. Todo cuesta y, además, puede ser escaso.

En ese contexto es que la diversificación se pone a la orden del día y surgen nuevas opciones de granos de cereales. Eso ocurrió con la quinua de las zonas altoandinas de Bolivia y Perú que hoy se cultiva en más de 16 países.

Si a eso se añade que esos granos tienen algunas bondades particulares, esta opción de cultivo es una mejor alternativa.

Uno de los granos ancentrales que hoy se produce en California, Estados Unidos, es el mijo. Este cereal, según diversos analistas, podría convertirse en el sustituto o competidor directo de la quinua. No tiene gluten lo cual hace más fácil su digestión, tiene mayor contenido de proteínas, minerales como el magnesio, vitaminas del grupo B y fibra que el maíz, el arroz o el trigo, lo cual lo ayuda a regular el estreñimiento, colesterol, glucosa y triglicéridos. Además, es alcalinizante a diferencia de la mayoría de cereales que son acidificantes, por lo que equilibra nuestro pH. También es remineralizante y una fuente de fósforo que favorece el buen rendimiento intelectual y la memoria.

El mijo no es oriundo de Estados Unidos pero tampoco se sabe a ciencia cierta de dónde proviene. De lo único que hay certeza es que es conocido desde hace 5 mil años en diversas zonas del mundo, casi al mismo tiempo que el hombre dejó de ser nómade, en la medida que crece sin necesidad de ser cultivado.  En la India se le usa para hacer el pan y en Asia, en particular en China, se considera que existió antes que el arroz y que es un poderoso alimento sagrado y terapéutico (ayuda a obtener energía y hasta a conciliar el sueño). Precisamente, fueron los chinos los primeros en cultivarlo.

Se trata de un alimento bastante versátil para realizar distintas preparaciones dulces o saladas y, además, es un insumo básico del alpiste con el que se alimentan a los pájaros. Entre sus desventajas destacan que demora en cocinar al menos 35 minutos y es difícil de usar si no está bien cocido. Además, como todo cereal, también contiene bociógenos por lo que no es recomendado para las personas que sufren de la tiroides. ¿Te animas a probarlo?