La decisión del actual vicepresidente de los EE.UU. de no participar en las primarias del partido demócrata no es solo una noticia por el hecho de que su retiro de la carrera hacia la Casa Blanca dejará el camino libre a Hillary Clinton para que gane las elecciones primarias del partido demócrata, sino porque corona una historia de vida que probablemente merece una película de Hollywood.
Cuando Joe Biden fue elegido para el Senado de los Estados Unidos en la década de los setenta y pensaba que lo tenía todo en la vida, su esposa y pequeña hija murieron en un accidente antes de navidad en el que solo sobrevivió su hijo Beau quien a principios de este año también falleció luego de luchar contra un cáncer al cerebro que lo alejó de la política.
Además, se trata de uno de los políticos a los que se le reconoce no haber utilizado sus cargos para obtener beneficios económicos. De hecho, un estimado reciente señala que el patrimonio neto de Joe Biden es de USD 419 mil. Sin embargo, hay quienes señalan que si se toman en cuenta las hipotecas pendientes de pago que tiene, este sería bastante menor e incluso se acercaría a cero.
Con 72 años, una carrera política llena de éxitos, dos períodos como vicepresidente y el apoyo del presidente Barack Obama, además del de su familia, Biden ha decidido no jugarse la que habría sido su última campaña política, a pesar de que muchos de sus simpatizantes daban por descontado que participaría. De hecho, muchos demócratas consideraban que Biden reunía las condiciones para derrotar a candidatos agresivos como Donald Trump. ¿Por qué desistió de postular?
La versión oficial es que consideraba que no había tiempo suficiente para montar una campaña y ganar en las primarias. Sin embargo, por los gestos mostrados en el anuncio, que incluyeron a un presidente Obama que observaba con admiración el anuncio, todo parece indicar que Biden ha decidido retirarse con la platea llena y comenzar a cerrar el telón de su carrera política indicando que solo se dedicará a alzar su voz para fortalecer su partido y para defender las políticas que cree que son necesarias en el país.
La lección de Biden más que una lección de política es una de valor y humildad para enfrentarse al ego que siempre pide más poder por más tiempo. Ojalá tuviéramos más políticos así en Perú. Si así fuera, quizás tendríamos cada vez más rostros nuevos y más jóvenes en la política.
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