Los fondos de capital de riesgo en agricultura

La preocupación de si el mundo será capaz de alimentar a los 9 mil millones de personas que seremos en 2050 no ha tardado en llegar a los Fondos de Capital de Riesgo. Y es que no solo interesa saber si habrá suficiente alimento sino si esté será saludable.

Eso explica que hoy en día existan fondos especializados en poner dinero en la industria alimentaria y agrícola en negocios que analizan y mejoran el suelo, insecticidas naturales, aplicaciones para comer mejor, tecnologías para la producción de alimentos, software de gestión de unidades agropecuarias y para la innovación agrícola, entre otros.

La percepción en el mundo es que las inversiones en este tipo de iniciativas de negocios se han disparado, respecto al año anterior. Sin embargo, parece que las innovaciones no van a la misma velocidad que el interés de los inversionistas.

La mayor cantidad de innovaciones son desarrolladas en Estados Unidos y Canadá, aunque ahora Israel ha adquirido cierto protagonismo, incluso en el campo de aplicaciones para controlar la aplicación de fertilizantes e insecticidas.

Ahora el desafío es trasladar las tecnologías para hacer más productivos los campos con el riego a la gestión de estos cuando están orientados al mercado exterior. El comprador quiere saber cómo están los campos, cuánto está afectando el Fenómeno El Niño, si se está cumpliendo el cronograma de fertilización y, otros. Todo eso ahora es posible controlarlo a distancia con aplicaciones que reducen los costos de transacción de las interacciones entre hemisferios.

Para los fundadores de estos fondos, lo importante es colocar las inversiones en proyectos que puedan ser usados en diversos mercados, orientarlos a soluciones que sean sostenibles en el largo plazo y tener paciencia porque las innovaciones en el campo de la agricultura y la alimentación recién están empezando.

Seed 2 Growth Ventures y Cultivian Sandbox son dos de estos fondos que operan en Chicago Estados Unidos y que manejan un capital que conjuntamente alcanza los USD 250 millones.

En el Perú, está todo por hacer, tanto desde el lado de innovaciones a la luz del crecimiento de la superficie cultivada orientada al mercado exportador donde de forma permanente se requieren innovaciones desde el suelo hasta la superficie, como en lo que respecta a los propios fondos de capital de riesgo que están en pleno proceso de asentarse y pasar por todas las etapas de impulso de una idea con potencial.