Los juguetes listos para competir con la tecnología en esta Navidad

Se acerca la navidad, la época del año en la cual se compran más juguetes en el mundo. Si bien cada vez hay más niños que piden que Santa Claus o sus padres, dependiendo del caso, les obsequien tecnología (videojuegos, teléfonos móviles, tabletas o computadoras personales) en lugar de juguetes, todo indica que estos últimos se resisten a perder vigencia.

Un buen termómetro para la industria es lo que ocurre en los Estados Unidos, donde este año se espera que sea el mejor en la década para la industria. Se espera finalizar el año con ventas que se aproximan a los USD 20 mil millones, lo cual significaría más de 6% de crecimiento respecto al año anterior según NDP Group Inc.

Más allá de la cifra, que en sí misma es interesante, lo que vale la pena destacar es que lo que ha impulsado el crecimiento han sido los coleccionables asociados a películas taquilleras de Hollywood. Un ejemplo, es lo que ocurrió con la película Frozen en la navidad de 2014. Este año todos esperan que Star Wars haga la navidad de la industria con todo tipo de juguetes, con la ventaja que en este caso la demanda es multigeneracional.

El otro aspecto que está siendo fundamental para impulsar las ventas es la tecnología que se está aplicando a los juguetes. Cada vez hay más juguetes (autos, aviones y helicópteros) controlados por smartphones y hay personajes (muñecas y otras figuras) que parece que tuvieran vida porque tienen dan voz y movimiento. La tesis que siguen las compañías que producen juguetes es que los niños deben encontrarlos tan atractivos que quieran dejar sus tabletas y teléfonos de lado. Eso es lo que ha pasado con Barbie que ahora puede conversar con sus dueñas, o con el dinosaurio robótico de Fisher Price.

Sin embargo, la innovación también viene por el lado de explorar nuevos segmentos de mercado. Por ejemplo, para los niños entre 8 y 12 años que hasta hace poco habían sido dejados de lado porque eran los mayores usuarios de telefonía móvil, ahora las compañías han decidido ofrecerles la posibilidad de construir sus propios robots con memoria.

Así que la industria de juguetes está lista para dar la batalla a las tecnológicas y hasta aliarse con estas para ofrecer juguetes con nuevas aplicaciones para consumidores cada vez más exigentes como son los niños que quieren más interacción, pero al mismo tiempo seguir disfrutando de historias.