HISTORIAS
La virginidad del aceite de oliva
Un nuevo escándalo compromete al afamado aceite de oliva italiano que ahora enfrenta una investigación por fraude. ¿Por qué? Porque se habrían estado ofertando lotes de aceite de oliva como aceite de calidad 100% extra virgen que no cumplían con esta característica.
El aceite extra virgen es el que tiene mayor calidad y por lo tanto es el de mayor precio. Procede de la primera prensa de aceitunas sanas, debe pasar la prueba organoléptica y tener una acidez máxima de 0,8%. Le sigue la versión de aceite de oliva virgen que es de una calidad ligeramente inferior, con un sabor más ácido; y finalmente el aceite de oliva refinado que es tratado con productos químicos.
De acuerdo a un informe de La Stampa, los principales productores de aceite de oliva italianos entre los que se incluyen a las siguientes siete empresas: Carapelli, Bertolli, Santa Sabina, Coricelli, Sasso, Prima Donna y Antica Badia, están bajo investigación de la fiscalía de Turín porque presuntamente habrían estado cometiendo fraude al consumidor en la industria.
La investigación se basa en el informe de junio del consumidor La Prueba y en un análisis de las muestras de las siete marcas recogidas en los supermercados por el Laboratorio Chimico dell’Agenzia delle Dogane e dei Monopoli, donde se encontró que estas no cumplían con las normas de etiquetado de la UE para el aceite de oliva extra virgen.
La empresa Coricelli es la única que ha salido al frente de las acusaciones señalando que la investigación se sustenta exclusivamente en pruebas de sabor por catadores profesionales que no pudieron discernir de forma fiable si el aceite cumple con los estándares de la industria.
Al respecto, la empresa ha señalado que el lote cuestionado en su caso, ha sido analizado cuidadosamente por reconocidos laboratorios y todos confirman el cumplimiento de los estándares de calidad. En este sentido, están dispuestos a presentar al fiscal que investiga el caso un análisis de parte que verifique que su producto se ajusta a los estándares establecidos por la Unión Europea.
Este tipo de denuncias, cuestionan la labor que cumple el Ministerio Italiano de Agricultura que no ha sabido ejercer un mayor control y fiscalización para evitar que se afecte las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas italianas, perjudicando a un sector estratégico para el país, aun cuando este señala que en 2014 realizaron más de 6 mil controles e incautaron mercadería por un valor de 10 millones de euros.
Mientras esta investigación sigue su curso, a los consumidores solo les queda ser más cuidadosos con las fechas de producción, las indicaciones geográficas, el color de la botella, la forma de almacenamiento y el precio que tienen los aceites, antes de tomar sus decisiones de consumo.
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