El cigarrillo pierde terreno en Estados Unidos

Como mencionamos en un artículo anterior, el consumo de cigarrillos está retrocediendo en países desarrollados como Estados Unidos, país en el cual la tasa de tabaquismo ha alcanzado su nivel más bajo en más de 50 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, publicaron un reporte con datos entre los años 2005 y 2014, según el cual el porcentaje de adultos estadounidenses de ambos géneros fumadores de cigarrillos ha presentado una tendencia decreciente en dicho periodo.

Según el reporte, en el año 2005 21% de estadounidenses adultos (aproximadamente 45 millones de personas) fumaban regularmente, mientras que en el año 2014 la proporción se redujo a 17% (aproximadamente 40 millones de personas). Esto representa un gran cambio con respecto a evaluaciones anteriores. En el año 1964, cuando el Cirujano General de los Estados Unidos inició una campaña de salud pública contra los cigarrillos y publicó un informe acerca de los daños a la salud atribuibles al consumo de tabaco, cerca de la mitad de la población estadounidense adulta fumaba. Recientemente, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos ha anunciado que prohibirá fumar en las viviendas públicas en todo el país.

De acuerdo con un artículo publicado en Vox, el uso de cigarrillos ha presentado una tendencia decreciente por décadas debido a los impuestos al tabaco, la prohibición de fumar y las campañas de sensibilización pública. No obstante, esta no es una victoria completa para la salud pública. El tabaquismo sigue siendo la principal causa de enfermedades prevenibles y muerte en Estados Unidos. Cerca de 480 mil muertes tempranas están relacionadas con el consumo de cigarrillos, así como más de USD 300 mil millones en gastos de atención de salud y pérdidas inconmensurables debido a la pérdida de productividad cada año.

El avance en la erradicación del tabaquismo ha sido más lento entre los estadounidenses más pobres. Por lo general, la tasa de tabaquismo es mayor entre los segmentos más pobres que entre los segmentos más acaudalados, según los estudios de los CDC utilizando como base la relación entre la cobertura del seguro y el uso del cigarrillo. Los asegurados por Medicaid y los no asegurados tienden en promedio a ser más pobres. En el año 2014, el 29% de los beneficiarios de Medicaid y el 28% de los no asegurados fumaban, mientras que solo el 13% de las personas con seguro privado fumaban. Asimismo, la educación desempeñaba un papel importante: entre los adultos con un grado, solo el 5% fumaba, mientras que el 25% de las personas sin educación secundaria completa fumaban.