TENDENCIAS
La innovación evitaría la depredación de los océanos
El inicio de una temporada de pesca en Perú, que la experta Patricia Majluf ha calificado como dispuesta por el Estado "a pedido" de la industria harinera, parecería indicar que es muy poco lo que se puede esperar en materia de preservación de los océanos: la sobrepesca de la anchoveta pondría en riesgo su futuro y el de las muchas especies que requieren de ella para sobrevivir. Sin embargo, parecería que se está cocinando una esperanza. ¿Cuál?
La ciencia actual ha incluido entre sus líneas de investigación la búsqueda de sustitutos de alimentos tales como la leche, los huevos y la carne. Los motivos para estos esfuerzos son diversos, incluyendo una mayor conciencia del impacto sobre los ecosistemas, la búsqueda de formas de evitar la crueldad animal, la escasez futura de alimentos a nivel global e incluso las alergias que los alimentos pueden producir sobre las personas. En ocasiones los esfuerzos implican insumos de origen natural, y en otras ocasiones lo hacen utilizando organismos genéticamente modificados. Esta tendencia ha llegado a recibir el apoyo de otras tecnologías como la impresión 3D, tal como vimos en un artículo anterior.
Cuando nos hablan de las últimas tendencias en sustitutos de alimentos, lo primero que se nos viene a la mente es la carne cultivada en el laboratorio. Ahora, al menú de hamburguesas de laboratorio habría que agregarle langostino de laboratorio: New Wave Foods, una startup californiana, está desarrollando carne artificial de langostino a partir de las algas de las cuales estos crustáceos se alimentan. El proceso de producción de la carne consiste en extraer proteínas de las algas y mezclarlas con geles proteicos. La empresa ha logrado replicar el sabor, y se encuentra trabajando en la textura del marisco. Inspirándose en el amasado del pan, New Wave Foods está desarrollando formas de mezclar las proteínas y los geles proteicos para replicar la textura de forma adecuada.
New Wave Foods fue cofundada por Jennifer Kaehms y Dominique Barnes, ambos de la Universidad de California en San Diego, quienes originalmente buscaban cultivar aletas de tiburón en el laboratorio para evitar la depredación de los escualos. La empresa decidió iniciar con el desarrollo de carne de langostino, y tienen en sus planes incorporar futuros proyectos con aletas de tiburón, conchas de abanico y atún. La incubadora de startups científicas IndieBio les otorgó USD 250 mil en octubre de 2015, y la empresa debe realizar una demostración de su trabajo en febrero de 2016. Entonces, se sabrá si el producto de New Wave Foods es el sustituto adecuado del alimento original.
Este emprendimiento nació por la preocupación sobre la destrucción ambiental y otros problemas generados por la pesca comercial. Como hemos visto en un artículo anterior, la depredación de los océanos pone en peligro la sostenibilidad de las especies marinas y por ende la supervivencia de la especie humana, a menos que la ciencia encuentre o desarrolle una alternativa para el suministro de alimentos.
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